ZEPPELIN ROCK: AT THE GATES - The Nightmare of Being (2021): CRÍTICA Review

lunes, 20 de septiembre de 2021

AT THE GATES - The Nightmare of Being (2021): CRÍTICA Review

 


Por Esteban Martínez (@EMartineC)




Hace siete años, en 2014, los suecos de At the Gates decidieron emprender su regreso, tras (casi) veinte años de silencio, mediante un álbum como At war with reality, el cual claramente apostó a la segura emulando de manera evidente el sonido del ya clásico Slaughter at the soul (1995), disco clave en el desarrollo del death metal melódico. Tres años más tarde llegó To drink from the night itself (2018), que si bien aportó algunos matices respecto a su antecesor, estos no fueron demasiados por lo que quedó en el aire la duda en torno a si At the gates serían capaces a estas alturas de salir de su zona de confort o desde ahora el asunto se limitaría a repetir la fórmula una y otra vez. Enfrentados, por tanto, al dilema de contentar a los fans (¡que de algo hay que vivir!) o tomar la tangente, los suecos han intentado matizar el asunto entregando un The nightmare of being que, efectivamente, suena más novedoso y exploratorio que cualquiera de sus antecesores pero también intenta conservar el legado.



De ahí que el álbum abra con una dupla como 'Spectre of extintion' + 'The paradox', dos canciones directas y efectivas que van tras el machaque técnico/melódico marca de la casa a estas alturas, con un Tomas Lindberg que suena agotado y al límite vocalmente (hay que decirlo) pero que por lo mismo se deja la vida en cada nota. Luego, sin embargo, el disco se entregará hacia sonoridades más espesas, primero en 'The nightmare of being', luego con la atmosférica 'Garden of Cyrus' (con saxo incluido y ese sonido progresivo que nos recuerda a momentos al Opeth de esta última década, y por ende a King Crimson) y más adelante en 'The fall into time', esta vez disfrazados de Septicflesh en la partida para luego ordenar el tema y volver a desordenarlo en un jam creciente (4:10) que desembocará en los coros finales, en la jugada claramente más arriesgada del álbum y que contiene buenas dosis de lo que muchos (no fans evidentemente) esperábamos de At the gates: riesgo. 



Las cartas, por tanto, se muestran ahí, en la primera parte del álbum, y el resto será insistir sobre el mismo ir y venir: canciones efectivas donde sacan músculo ('Touched by the white hands of death', 'The abstract enthroned') y otras donde se ponen a explorar ('Cult of salvation', 'Cosmic pessimism'). El movimiento pendular constante a ratos descoloca y también deja la sensación de no ser un disco definitivo para At the gates, sino más bien un paso fuera de la caja para ver como se siente el exterior, pero como sea, la experiencia convence de sobra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario