ZEPPELIN ROCK: IRON MAIDEN - No Prayer for the Dying (1990): CRÍTICA Review

viernes, 24 de septiembre de 2021

IRON MAIDEN - No Prayer for the Dying (1990): CRÍTICA Review

 


por Rockología (@RockologiaTwit)
del blog Rockologia


Como todos entenderéis, en una discografía tan mítica y mitificada como la de Iron Maiden todos tenemos nuestras filias y nuestras fobias. A pesar de que es una de mis bandas favoritas no adoro con ceguera sus discos míticos, plagados de enormes canciones y algunos fiascos igual de memorables, ni trago la basura que han desarrollado con mejor o peor criterio en obras menos lúcidas. Así que a la hora de traer un disco a rescatar ninguno mejor que No prayer for the dying, el peor de la primera época de Bruce Dickinson, el que marcó el debut de Janick Gers y el adiós temporal de Adrian Smith. Uno de los más vendidos de la banda, por cierto, y su último pelotazo en los Estados Unidos. Vaya, casi siempre se coloca al final de la lista de favoritos junto a The final frontier o Virtual XI.



A esta obra se le ha acusado de falta de inspiración, de reciclar ideas, de una producción plana o de traicionar, directamente, el propio legado. Cierto es que las canciones son cortas, nada pretenciosas, con riffs sencillos y progresiones más simples, buscando, supongo ampliar el mercado hacia orejas menos metálicas y más roqueras. El gran cambio lo entendemos a través de  la interpretación de Dickinson, que roza el hard rock y abandona en la mayoría de las melodías su bombástico estilo y se vuelve rasposos, oscuro, un poco setentero. Giro estilístico que explotaría en sus primeros pinitos en solitario. Así, las composiciones se aligeran en un intento de “volver a los primeros discos”, según muchos entendidos, pero yo no lo creo así: Harris y compañía intentaron sacar tajada del último subidón hard-roquero de finales de los ochenta con canciones como el single Bring your daughter… to the slaughter, un saca-cuartos musical sin mucha chicha, pero mejores que The assassin, Public enema number one o la infumable Tailgunner.



En contra de la opinión tan generalizada, y sin venirme arriba, creo que no es malo. Su principal defecto es la ausencia de un tema cañón que haya perpetuado en la iconografía sonora y los directos de la banda, que sí pasa en Fear of the dark, por ejemplo, o incluso Factor X. Los temas buenos no son la bomba y los malos no son tan malos.

Si rebusco bien, Mother russia es Maiden en su mejor versión, mantiene la complejidad, la estructura, los solos, los cambios. También No prayer for the dying se acerca a ese clasicismo, con la, quizá, mejor interpretación de Dickinson y excelentes arreglos de teclado y cuerdas (y un bajo mastodóntico). Es curioso que Bruce cante mejor en los temas que no compone, con un estilo más ochentero. Hooks in you y su historia sadomasoquista gusta sobre todo en el estribillo, los cambios me parecen acertados. Igual rollo hard-rock que el single Holy smoke, buen riff, directo, sin más historia ni ambición pero bien acabado y pegadizo (sí, hablamos de Iron Maiden) Y, aunque parezca increíble, creo que Fates warning es de lo mejorcito del disco. Y quizá esto sea suficiente para darle una nueva escucha.

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