Tartazo
¡QUIÉN hubiera pensado que aquella espada con la que cortaron la tarta nupcial se convertiría, tras un par de años, en el “útil” con el que atravesaría el corazón de su marido, tumbado vestido y totalmente borracho (de nuevo) sobre la cama!
©Ángel Carrasco Sotos
Joder!, a esto le llamo apología del matrimonio :P
ResponderEliminarReleches maricarmen que bruto!!!
ResponderEliminarJajaja, no, hombre, es solo la narración de una historia real de haberse producido, que algún caso habrá por esos mundos de Dios. ¿Conserva usted su espada, Majestad?
ResponderEliminarNo recuerdo ni si utilicé espada o un simple cotador de tartas. De todas formas, se lo quedaría el restaurante. Yo me llevé a la novia, que era lo que contaba.
ResponderEliminar"Por San Jorge y San Miguel, yo te armo tarta caballera". Hasta hoy mi mujer me recrimina mis palabras a la hora de cortar las tarta con la espada.
ResponderEliminar