ZEPPELIN ROCK: THE OFFSPRING - Supercharged (2024): CRÍTICA Review

lunes, 4 de noviembre de 2024

THE OFFSPRING - Supercharged (2024): CRÍTICA Review

 


Por Esteban Martínez (@EMartineC)



Se impone la cruda realidad ¡30 años después! Esta realidad habla de una última década flojísima para The Offspring, quienes ya van para quince años sin publicar un álbum que nos diga "algo", lo que sea, pero algo. Y sí, que Rise and fall, rage and grace (2008) fue un disco tremendamente desequilibrado, pero algo que nadie puede negar es que su Cara A se come con papas fritas a todo lo que han grabado desde entonces, lo cual comprende álbumes tan mediocres e intrascendentes como Days go by (2012) y Let the bad times roll (2021). Y quien esperaba que este Supercharged (con Bob Rock en producción, ¡eh!) el asunto retomase dirección... pues que siga esperando, que noo. Ya la sola portada te habla de una jugarreta liviana y eso es lo que nos entregan, un conjunto que apuesta por sonar divertido (?) y que en media hora posee una única pretensión: pasar el rato.



Y puede que consigan el objetivo en unas cuantas que, siendo generosos, se dejan oír, y seguro que en sus conciertos funcionarán (que tampoco vamos a descubrir la pólvora a estas alturas). Me refiero a la tríada inicial armada por 'Looking out for #1', 'Light is up' y la enésima versión de 'The kids aren't all right', acá titulada 'The fall guy', es decir, canciones veloces, efectivas y que van en busca del coro pop para estadios. En la misma línea más adelante se moverán cosas como 'Truth in fiction', 'Get some' o la juguetona 'Come to Brazil', con ese cierre que incorpora el clásico "Ole ole ole ole..!" del público latino, lo cual arma una estructura en general regular aunque no por esto particularmente inspirada.



Ahora, cuando definitivamente tomamos distancia, es con 'Make it all right' donde ocurre lo increíble: ¡imitan a Blink 182! Así, como se lee. Van en busca de los arreglos más facilones posibles, los "para pa-pa-ra! para pa-pa-ra!" de turno y construyen una canción no solo mala...  es que roza lo patético, lo cual resulta triste considerando que hablamos de una banda con cuarenta años de historia, pero ¿dónde está la experiencia? ¿Así pretenden imponer términos? Y lo mismo con 'Ok, but this is the last time', olvidable desde su primer acorde. 

Nos quedamos así con otro disco que suma poco. Canciones ágiles pero desechables, de la mano de un filtradísimo Dexter Holland, que bajo todas esas capas intenta ocultar el inevitable desgaste del paso del tiempo que no sería nada si la música tuviese algo de recordable, pero no es así. 

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