ZEPPELIN ROCK: DYING FETUS - Make Them Beg for Death (2023): CRÍTICA Review

martes, 2 de enero de 2024

DYING FETUS - Make Them Beg for Death (2023): CRÍTICA Review

 

Por Esteban Martínez (@EMartineC)



Los que los conocemos ya sabemos de antemano lo que va a sonar cuando pulsamos el play de un disco de Dying Fetus: un brutal death metal bien afilado dispuesto a aplastar nuestras cabezas. Y esto es precisamente lo que los norteamericanos pretenden entregarnos con su noveno álbum, por lo que la valoración de un disco como este dependerá básicamente de las expectativas del auditor pues acá no hay novedades respecto a sus antecesores inmediatos, al punto de que parece dar lo mismo ponerse el Reign supreme (2012), el Wrong one to fuck with (2017) o este freciente Make Them Beg for Death, todos los álbumes parecen disparar con intensidad similar al mismo lugar.



Nuevamente nos encontramos por tanto con diez canciones que rondan en total los cuarenta minutos de duración, una lista que digámoslo con claridad y desde ya: no falla. Porque puede que de mis palabras se deduzca el que estamos ante un mal disco siendo que no es así. Make them beg for death (by the way, de gloriosa portada) contiene todos los elementos que se le piden a una leyenda como Dying Fetus. El problema es que todo se encuentra exactamente en su lugar, sin aderezos particulares, por lo que la sensación es la de estar sentado ante un plato exquisito pero que ya has comido antes tantas veces que no logras disfrutarlo como corresponde. 



De esta manera, el disco abrirá con efectividad mediante 'Enlighten through agony', donde encuentras velocidad, doble bombo, guitarras afiladas y un John Gallagher a tope, es decir, todo lo que quieres oír en un álbum de Dying fetus, el problema es que si te saltas gran parte del álbum y te vas a la recta final, pones algo como 'Raised in victory / Razed in defeat' seguida de 'Hero's grave', y no encuentras mayores diferencias. La fórmula "momento lento/pesado + aceleración" es recurrente acá, también aparece en 'Compulsion for cruelty' o 'Feast of ashes', entregando una sensación de constante deja vu. ¿Qué es el sello de la banda? Seguro. Pero lo cierto es que este trabajo lo puedes oír en orden aleatorio, alternarlo con canciones de otros discos (insisto, los de la última década) y no notas el salto, el paso del tiempo, el crecimiento que entrega la madurez, lo cual no es buena señal. 



He disfrutado de todas maneras el minuto cuarenta de brutalidad que entrega 'Throw then in the van' o algo como 'When the trend ends', que se acerca al groove metal aportando un pequeño momento de diversidad que se agradece. ¿Y el resto? Técnico, despiadado, bien ejecutado pero demasiado cuadrado y estructurado. Una máquina bien pulida pero que carece de sorpresa. 

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