Deseo cumplido
TODO ese inmenso caudal de dinero amasado en operaciones empresariales (no siempre lícitas) le valió para comprar a los mejores médicos y cirujanos plásticos del mundo y ver cumplido, al fin, su único deseo: convertirse en una ardilla.
Ángel Carrasco Sotos
Las clínicas de dermoestética continúan enriqueciéndose. De lujo este microrrelato.
ResponderEliminarUna cosita de nada Johnny, pero así son los micros: píldoras de.
EliminarUn saludo.
¡Una ardilla!, me parto y me mondo... Muy bueno, Ángel.
ResponderEliminar¿Te puedes creer que nunca he visto una ardilla en persona?, puede parecer raro pero es cierto.
Me encantó, así tan cortito. Eres el mejor oé oé oeoeoe oé...
Los nanocuentos son los mejores, así, cortitos, pero juguetones. Desde luego da gusto contigo, así se anima uno a escribir un millón de micros. A ver para cuándo el tuyo...
EliminarAbrazote.