ZEPPELIN ROCK: TEXAS - Southside (1989): CRÍTICA Review

jueves, 29 de febrero de 2024

TEXAS - Southside (1989): CRÍTICA Review

por Dani Matute (@dmatuteb)



Este grupo natural de Glasgow fue fundado por el bajista y compositor Johnny McElhone y la vocalista y también compositora, Sharleen Spiteri. Enseguida se unieron al guitarrista Ally McErlaine. Los tres se han mantenido en la toda la historia del grupo. Para la grabación de este Southside, contaron en la batería con Stuart Kerr. Tomaron su nombre de la película de Wim Wenders, Paris-Texas. También les influyó la banda sonora de la misma, a cargo de Ry Cooder, sobre todo en la utilización del slide en la guitarra de Ally, al estilo de Cooder.


 



Saltaron inmediatamente a la fama cuando lanzaron en enero de 1989, como single adelanto del LP, su archiconocida “I don´t want a lover”. El disco vio la luz en marzo, producido por Tim Palmer, productor e ingeniero de sonido que ha trabajado con Robert Plant, Tears for fears, HIM, Pearl Jam, The Mission, U2, Tarja Turunen… Los siguientes singles no funcionaron tan bien como el primero. Sin embargo, las ventas del vinilo fueron muy buenas. Y en España conformaron una gran base de fans que hizo de nuestra Piel de Toro su segunda patria. Algo parecido a otra banda de Glasgow que ya os traje por aquí, los Gun de Mark Rankin, primo de Sharleen. Por cierto, durante la grabación de este Southside, Sharleen se multiplicó para colaborar en varias pistas del primer LP de los Gun, Taking on the world, también publicado en el 89. Para cerrar más el círculo de mis colaboraciones en este blog, los Gun fueron teloneros en el Urban Jungle Tour de los Stones, la parte europea de su Steel Wheels Tour en USA, donde los teloneros fueron los protagonistas de mi última crítica, los Living Coloür.



El disco en sí suena a un pop rock con aire sureño e influencias soul. Sobrio, como su portada. Fácil de escuchar y de buena calidad para un grupo debutante. Con un tema número 1 conocido por todo el mundo. Afortunadamente, no se quedaron en la lista de “one hit wonder” y consiguieron algo muy difícil: superar la maldición de dar en la diana con la primera canción y conseguir, a los pocos años, más éxito con otros temas. Los siguientes LPs, Mothers Heaven y Ricks Roads, a pesar de ser buenos discos (el Ricks Roads es mi favorito de ellos, ya sabéis, debilidad por discos malditos, pero es que este suena genial, os lo recomiendo) no tuvieron la misma repercusión. Fue en el 97 y con un notable cambio de estilo en su White on blonde, cuando explotaron a nivel mundial, con ese "Say what you want" que hubiese firmado haber compuesto el mismísimo Prince. Tanto explotaron, que han vendido más de 40 millones de discos en su carrera. En mi caso, a partir de ese cuarto disco, perdí la pasión por ellos al vascular tan evidentemente a la comercialidad y minimizar las influencias rock en su música. 



La cara A empieza con esa intro de guitarra slide que todo el mundo identifica a la primera. “I don´t want a lover”. Además del tema estrella, en esta cara destacan otras dos canciones extraídas como singles: “Everyday now” tema con armónica y donde muestran que el rock de raíces estadounidenses tenía un fuerte ascendente en la banda (incluso por las imágenes de su videoclip, en los pantanos de Luisiana) y “Prayer for you”. “Tell me why” me recuerda al estilo americano de Bruce Hornsby por el tema teclados aunque más tirando al pop. “Southside” es un tema instrumental en la estela del trabajo de Ry Cooder mencionado anteriormente.


 


Comienza la cara B con el segundo single extraído del trabajo, “Thrill has gone” mucho más pop rock que las anteriores. A mí me gusta, pero entiendo que el interés suscitado por su primer single no tuvo continuidad en este segundo y no volvieron a transitar las listas de éxitos. “Fight the feeling” tiene la mejor línea de bajo del álbum. “Fool for love” y “One choice” intentan volver al camino de rock USA. Y cierran con “Future is promises” una balada que me parece lo más flojo del disco.

Lo dicho anteriormente, durante los tres primeros LPs ellos mismos se tomaron muy en serio, Sharleen intentaba desesperadamente no parecer sexy, pastaron por los campos del rock, blues, soul…vamos, todo lo clásico. Intentaron hacer del slide con cuello de botella su seña de identidad, destacando junto con la increíble voz de contralto de Spiteri. Cuando decidieron sucumbir a las modas pop y synth y dar visibilidad al atractivo de su cantante, alcanzaron la fama. Por cierto, ya sabréis que Sharleen es una de las musas de la comunidad LBGTQ a pesar de haber estado casada un par de veces y tener una hija (Thierry Henry le dedicó un gol cuando nació).



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