ZEPPELIN ROCK: BLACK - Wonderful Life (1987): CRÍTICA Review

jueves, 8 de febrero de 2024

BLACK - Wonderful Life (1987): CRÍTICA Review

 

por Dani Matute (@dmatuteb)



El 26 de enero de 2016 (hace ocho años ya), Colin Vearncombe, simplemente “Black”, perdió la batalla contra la muerte tras dos semanas en las que se le mantuvo en coma inducido como consecuencia de las graves heridas que sufrió en un accidente de tráfico en las inmediaciones del aeropuerto internacional de Cork, cerca del pueblo irlandés de Shull, donde residía con su mujer. Este que os traigo fue el LP del debut de Black, Wonderful Life, del año 1987.



Colin nació en Liverpool y formó su grupo a principio de los años 80, sacando dos singles con la independiente Rox Records y otros dos con WEA. En aquellos tiempos, el grupo lo formaban Dane Goulding en el bajo, Greg Leyland en la batería, Dave “Dix” Dickie en los teclados y el propio Colin, voz y guitarra, que se puso de nombre artístico Black, pues pensaba que su apellido no lo iba a recordar ni el Tato. Y el grupo también se llamó Black. No tuvieron éxito y WEA rescindió el contrato con ellos. Según contó Colin, a aquel despido le siguieron un par de accidentes de coche, una grave enfermedad de su madre, la disolución de su primer matrimonio y, para rematar, se quedó sin casa. Todo ello le llevó a escribir, en plan sarcástico, una cancioncilla titulada “Wonderful life”. Y la publicaron en 1986 en Ugly Man Records. Tras escuchar el single, A&M Records decidió ficharlo con el encargo de un larga duración. Colin y Dave Dix completaron la formación con Roy Corkill en el bajo, Jimmy Hughes a la batería y Martin Green a los saxos. El núcleo de Black, Colin y Dave, publicó otro trabajo más: Comedy en el 88 (de relativo éxito, sobre todo en España). En ese momento, separaron sus caminos y Colin se quedó con el nombre de Black, publicando en A&M un disco homónimo en el 91 de excelsa calidad y, a partir de entonces, varios bajo la etiqueta de su propia disquera, Nero Schwarz Records (negro en italiano y alemán). El primero de ellos, Are we having fun yet?, fue un fracaso comercial en comparación a los anteriores. Pero qué queréis que os diga, siento debilidad por los discos “malditos” de la discografía de muchos artistas. Y este es uno de esos casos. Sin embargo, el batacazo a nivel personal tuvo que ser enorme, pues Colin, abandonó el apodo artístico de Black y editó varios trabajos bajo su propio nombre hasta que el 2005 retomó su seudónimo publicando Between two churches, con gran éxito de crítica, aunque poca repercusión. Y siguió haciendo buenos discos hasta su muerte en 2016.



Bien, volvamos al Wonderful Life. El diseño es total en blanco y negro y Colin como protagonista en las fotografías de Perry Ogden, por lo que la mayoría de la gente creímos en su momento que no era un grupo sino un artista. Está producido por Dave Dix. Y en su versión en CD tiene cinco cortes más. El primer single fue “Everything’s coming up roses”, que pasó sin pena ni gloria por las listas. El segundo, “Sweetest smile”, una deliciosa canción que hizo que me comprase el disco, tuvo bastante más repercusión y sonó en todas las emisoras.



Eso hizo que los ejecutivos de A&M decidieran volver a lanzar el single por el que contrataron a Black: “Wonderful life”. Y aquí sí dio el pelotazo, ayudado por ser la canción escogida para varios anuncios. Disparó las ventas del trabajo y puso a Black en el mapa al menos tres años y tres discos, que vendieron unos tres millones de unidades. En nuestro país colaboró incluso en el doble LP de Duncan Dhu, Autobiografía. Luego, el olvido, más o menos, como ya os he contado.

Los otros singles extraídos del LP son "I'm not afraid" y "Paradise", aunque yo destacaría el tema "Sometimes for the asking".

Injustamente, aparece en las típicas listas de “one-hit wonder”, de lo que se mofa el propio Black en el disco Between two churches, haciendo una deliciosa “Are you having a wonderful life?”. Quizás su estilo entre Bryan Ferry y Morrisey le dejó en tierra de nadie. Sé que se me tirarán al cuello, pero ojalá Morrisey hubiese sido tan buen artista como Colin: escuchad, si no, “More than the sun” uno de sus primeros singles. También os dejo "Swingtime", mi preferida de su disco Are we having fun yet?

Por último, del tema “Wonderful life” hay varias versiones conocidas, de Katie Melua, Kim Wilde y Tony Hadley (cantante de Spandau Ballet), por ejemplo. En plan, metalero, los bosnios Heaven Rain hicieron una versión.

Pero la que ha dado más juego en versiones metaleras, es “Everything’s coming up roses”:la de los húngaros Nevergreen y, sobre todo, la de Evan K, el guitarrista de los alemanes Mystic Prophecy.

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