Siempre fieles a su inefable e incombustible legado, el grupo inglés Saxon continúa con su ritmo incesante de producción. Lo increíble es que no bajan el nivel, oscilando desde un sonido en ocasiones más clásico y cargado a la épica más pesada, con temas ágiles y/o rocanroleros, y con un elemento común siempre: la pasión por lo que hacen. El eterno Biff Byford (y compañía), sea como sea, se las arreglan para mostrarse fieles a sí mismos y transmitiendo ese sentimiento por el heavy que tan grande les ha hecho. En ese camino, el antecesor Carpe diem (2020) fue un álbum que salvo alguna excepción optó por la velocidad y efectividad de las guitarras, esto a diferencia de lo que han buscado cuatro años más tarde, apostando esta vez por un sonido que privilegia el peso por sobre las dinámicas aceleradas (que las hay, aunque son las menos). Nos encontramos, así, ante otro buen disco de guitarras afiladas de Saxon, pero algo más denso que lo habitual, aunque por lo mismo también más monótono, todo hay que decirlo.
El álbum abre muy bien, eso sí, con 'Hell, fire and damnation' (la canción), que va realizando pausas en su trayecto y funciona en un tiempo algo más lento respecto a lo que Saxon nos tiene acostumbrados. De todas maneras es tremendamente efectiva y es una que no es difícil imaginársela en vivo en el repertorio de sus shows. También con el freno puesto se moverán cosas como 'Madame guillotine' o 'There's something in Roswell', dos que pareciesen estar construidas sobre el mismo riff, así como 'Pirates of the airwaves', una que en sus coros recuerda bastante a ACDC. Se agradece en el trayecto algo como 'Fire and steel' o el cierre con 'Super charger', que deben ser las más ágiles en todo el disco y nos recuerdan lo afilados que pueden llegar a sonar en velocidad, sin embargo, el disco se moverá en general sobre tiempos contenidos entre canciones que cumplen pero ciertamente, más allá de alguna excepción, no impactan demasiado.
Hell, fire and damnation es un correcto álbum de Saxon, uno que aporta dos a tres canciones a su repertorio pero en la idea de no repetirse con otro disco centrado en la velocidad me parece han caído un tanto en la monotonía. En absoluto es un mal disco pero si lo menos interesante que han lanzado en veinte años. Tampoco pasa nada eh? Que los grandes tienen derecho a respirar de vez en cuando.
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