ZEPPELIN ROCK: CRÍTICA de la película CANNIBAL FEROX (Umberto Lenzi, 1981): Reseña

domingo, 5 de enero de 2025

CRÍTICA de la película CANNIBAL FEROX (Umberto Lenzi, 1981): Reseña

 

by King Piltrafilla (@KingPiltrafilla)




La italiana Cannibal Ferox es una película de terror escrita y dirigida por Umberto Lenzi, que ya había estrenado un año antes la infame Eaten alive! de la que no hace mucho os di cuenta por aquí. La que hoy nos ocupa, se inicia con un asesinato en Nueva York, el de un joven que buscaba a un tal Mike Logan a manos de un par de matones que estaban en el apartamento del desaparecido y que también iban tras él. Mientras, una antropóloga llamada Gloria viaja al Amazonas paraguayo junto a su hermano Rudy y una amiga llamada Pat para llevar a cabo su tesis sobre el canibalismo en una aldea llamada Manioca, precisamente para demostrar que se trata de una leyenda. Poco antes de llegar y perdidos en medio de la selva, se encontraran con Mike Logan y su compañero Joe, que huyen de los indígenas que habitan Manioca después de que estos asesinasen a su guía. Pero un agonizante Joe acaba confesando a Gloria que ha sido Mike el que ha matado al guía y ha torturado a los indígenas para que le digan donde se encuentra un rico yacimiento de esmeraldas. La venganza de los pobres maniocanos no tardará en caer sobre el grupo de manera cruenta y despiadada. Mientras tanto, la policía de Nueva York sigue investigando.





Bueno, piltrafillas, lo primero que os puedo decir de esta Cannibal Ferox es que sigue la senda trazada por su predecesora –la mencionada Eaten alive!- y la mundialmente conocida Holocausto caníbal de Ruggero Deodato. Al igual que esta, dejando a un lado las escenas escabrosas y gore con humanos que –por supuesto- son ficción, al igual que en las anteriores nos encontramos con algunas imágenes poco agradables en las que las muertes de animales no son figuradas. En ese aspecto destaca la salvaje escena protagonizada por un coatí y una anaconda, con los agudos gritos del pobre animal clavándosele a uno en el cerebro. En el otro lado, está la pésima escena del pene cortado, que se ve a dos leguas que es del todo irreal. Y si ya habéis visto que en el apartado argumental la historia no es que sea muy original o elaborada precisamente, Cannibal Ferox también juega tramposamente a llamar la atención del espectador con el cartelismo. Así, si en el caso de Holocausto caníbal el icono era esa indígena empalada, el de esta cinta de Lenzi es la pobre Pat colgada de los pechos, algo muy poco original que ya se había visto diez años antes con Richard Harris como sufrido protagonista. En fin, piltrafillas, serie Z italiana para frikis empedernidos con afán completista.

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