En primer lugar, decir que este disco siempre será famoso por contener la canción "Sweet home Alabama", quizá la más conocida de Lynyrd Skynrd, o, al menos, la más vendida. Significó el segundo largo de los de Florida, que recoge sus esfuerzos por convertirse en una banda trascendental. Las composiciones, la producción y la ejecución de los temas son excelentes.
Más allá del famoso single, una arenga hacia las bondades de la gente del sur, destacan la cruda The needle and the spoon (efectivamente, una canción sobre drogadicción), The ballad of Curtis Loew, la versión vital de Call me the breeze de J.J. Cale o la imprescindible Workin' for MCA, su compañía de discos, que estrenaron para sorpresa de directivos y jerifaltes en una fiesta aniversario de la discográfica. Menudos piezas debieron ser estos. La verdad, el álbum no tiene desperdicio, porque el groove de Don't ask me no question o la pletórica Swamp music a tres guitarras te revientan las orejas y la delicadeza blusera de I need you me encanta.
La banda, por cierto, la formaban Ronnie Van Zant a la voz (y principal compositor), Gary Rossington, Allen Collins y Ed King a las guitarras, Billy Powell a las teclas, Leon Wilkeson al bajo y Bob Burns a la batería. Producido por Al Kooper en los Record Plant de Los Ángeles, a excepción de la famosa Sweet home Alabama que grabaron en los Estudios One Doraville de Georgia (obviamente, USA).
El que yo tengo es la reedición de Universal.
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