por Rockología (@Rockologia_)
He aquí el primer álbum de Bruce Dickinson en solitario, Tattooed Millionaire, toda una cornamenta a su amigo Harris y a sus colegas de Maiden. Editado en 1990 y producido por Chris Tsangarides con su escudero Nigel Green a los controles, en los estudios Battery de Londres, contiene nueve temas compuestos por Bruce y por su colega Jannick Gers (guitarrista), más una versión del clásico de David Bowie (famoso en la interpretación de Mott the Hoople) titulado All the young dudes.
Bruce huye del sonido heavy de su banda madre y se adentra en un hard rock rítmico con toques sixties, mucho protagonismo vocal y buenas melodías. El bajista Andy Carr y el batería Fabio del Rio cumplen con solvencia, sobre todo en temas pegadizos como Lickin' the gun o Zulu Lulu. Hay momentos suaves, como en Gypsy road o la propia All the young dudes, e himnos roqueros, como la inicial Son of a gun, el single Tattooed millionaire o la pegadiza Dive! Dive! Dive!
El diseño corresponde a The Complete Works y mantiene la imagen del Dickinson frontman de una de las más grandes bandas de la historia del metal. Poco después, abandonaría a la doncella de hierro, se cortaría el pelo y volaría por una historia musical y personal muy interesante.
Un trabajo completo, con momentos excelentes, donde Dickinson demuestra que podía cantar otros registros y salir victorioso. Hizo lo que le vino en gana, sin presiones ni jefes. A disfrutarlo, que esto no nos lo quita nadie.
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