Con un inicio en blanco y negro con reminiscencias a Faster, pussycat Kill! Kill! en el que se nos presenta a las tres protagonistas esperando al borde de una polvorienta carretera a que algún incauto se detenga junto a ellas –muy original la transición del b/n al color-, esta extraña y bizarra El monstro del mar! es un más que aceptable exponente de puesta al día de un típico producto de serie B setentero, una cinta de calidad ínfima para consumo rápido, palomitera y con regusto a grindhouse en la que encontraréis tatuajes, bikinis de leopardo, chicas duras bebedoras de cerveza, sangre, una acertadísima banda sonora y unos efectos especiales patéticos. En resumen, que os recomiendo la visión de esta película siempre y cuando tengáis claro que no debéis esperar absolutamente nada más de ella que os haga pasar un rato ameno. Luego olvidadla.
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