Lemmy quería una banda en la que la elaboración no fuese el aspecto más importante, una banda en la que el principal argumento fuese el rock con pelotas. Aquella banda se llamaría Motörhead, una especie de irónico homenaje al último tema que Lemmy escribió para Hawkwind. El guitarrista Larry Wallis y el baterista Lucas Fox fueron reclutados para la causa, pero al tiempo fueron reemplazados por los dos tipos que junto a Kilmister conformarían la alineación más clásica de Motörhead. El guitarrista "Fast" Eddie Clarke y el baterista Phil "Philthy Animal" Taylor acompañarían a Lemmy Kilmister en la definición de su auténtico sonido.
Cuatro brutales álbumes a finales de la década de los 70 dejaban constancia de ese sonido que Kilmister y los suyos andaban buscando y que sin duda iban a encontrar en 1980 cuando publicaban Ace Of Spades, su quinto trabajo de estudio, el álbum en el que tendría punto culminante aquella salvaje mezcla de punk y hard rock de base blues tocado a toda velocidad. Un esfuerzo que sería fundamental a la hora de encasillar aquellos sonidos definidos como speed metal o thrash metal.
Ace Of Spades es un álbum sin pretensiones en las que la producción de Vic Maile le otorga un sonido trepanador que sin dolor alguno lanza al oyente contra un aplastante muro de riffs y combos rítmicos demoledores. Maile capturó en estudio el sonido de la banda como si Kilmister, Clarke y Taylor estuviesen tocando en directo, algo realmente complicado de conseguir. Ni overdubs ni efectos, todo honesto y real.
Las fabulosas y cortantes letras de Lemmy, sus agresivos y rápidos riffs que a menudo se confunden con las líneas de bajo, riffs que aún sonando todavía a rock and roll se tornan lo suficientemente metálicos como para resultar influyentes, dejan un trabajo en el que la fidelidad y compromiso a la tradición del rock and roll y su original concepción de energía, volumen y salvajismo bestial que Motörhead lleva a su máxima expresión.
La propia "Ace Of Spades" abre el álbum como una bofetada en la cara. Un ritmo intenso y una energía que guiada por su riff principal es un auténtico rompe cuellos. La irónica visión de Lemmy sobre el amor se torna trallazo en "Love Me Like A Reptile", mientras que "Shoot You In The Back" muestra una visión sorprendentemente dramática.
"Live To Win" o "Fast And Loose" aparecen estudiadamente chapuceras y desaliñadas, una combinación maestra de mano de Motörhead que conduce a uno de los himnos clásicos por excelencia.
"(We Are) The Road Crew" es el tema perfecto para cabalgar a lomos de una Harley.
"Fire, Fire", caliente como su título, rápida y furiosa con un demoledor solo de wah-wah y "Jailbait" y su divertido estribillo continúan empeñándose en destrozar las cabezas de quien quiera escucharlos.
El inesperado ritmo boogie de "Dance" y sus acertados solos conducen al punk rápido y divertido de "Bite The Bullet".
"The Chase Is Better Than The Catch", más lenta y diferente, de influencias bluesy, traslada al último tema de "Ace Of Spades", el glorioso "The Hammer", un corte poderoso y de reminiscencias punk que no deja ninguna duda sobre la actitud de Lemmy.
Adelantados a su tiempo en muchos aspectos, de mucho más talento musical que el que se les supone, nunca Ace Of Spades alcanzó el reconocimiento que merece un álbum absolutamente influyente. Posiblemente un trabajo demasiado irreverente y abrasivo para llegar a los beneficios de las radios más comerciales.
Overkill e Inferno son dos inconmensurables trabajos, pero Ace Of Spades es el legado de Motörhead al metal.
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