by King Piltrafilla (@KingPiltrafilla)
Amiguitos, pese a estar dirigida –eso dicen- por J.J. Abrams, Super 8 parece talmente una típica película de Spielberg –aquí acreditado como simple productor, aunque me temo que de una manera u otra ha tenido más protagonismo en el resultado final que eso- de aquellas que buscaban hacerte pasar un buen rato, una cinta del todo recomendable, un divertimento palomitero ochentero para ver en familia que distrae –y mucho- cuando la ves, aunque –es cierto- después no deja poso alguno. Super 8 tiene de todo lo necesario para arrastrar a familias como la mía al cine, relaciones paternofiliales complicadas, amistad infantil a prueba de bombas, amores preadolescentes, humor, operaciones militares encubiertas, muchas explosiones y cierto regusto nostálgico. Claro que ya estamos en el siglo XXI y aquellos que esperen que la firma de Abrams –amante del cine de Spielberg sin duda- haya dado a luz una obra profunda y complicada se sentirán defraudados. Por el contrario, quien quiera pasar un rato ameno no se arrepentirá de verla. En cierto modo es un cine de usar y tirar –aunque la factura es de gran calidad y ya he dicho otras veces que en el fondo el cine nació para ello ¿no?-, pero yo me lo he pasado pipa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario