ZEPPELIN ROCK: THE CALL - Let the Day Begin (1989): CRÍTICA Review

jueves, 16 de noviembre de 2023

THE CALL - Let the Day Begin (1989): CRÍTICA Review

 

por Dani Matute (@dmatuteb)



Si soy sincero, tenía este vinilo olvidado en el fondo de mi discoteca vinilera hasta que los Black Rebel Motorcycle Club decidieron hacer una versión de la canción que da título al disco. Me compré este disco en la época en la que me dio más fuerte por el típico rock americano, cuando escuchaba a Foggerty, Tom Petty, Bob Seger, John Mellencamp, Don Henley, Bruce Springsteen…y el Ramoncín patrio de finales de los 80. Me lo compré porque la canción que da título al acetato la tenía en mis cintas de videos de VHS y me gustaba mucho. Y porque estaba de oferta, como bien podéis apreciar en la foto. No conocía nada más. No quiero decir que sea un mal disco, no. Pero no me llegó al fondo en su momento. Y más teniendo en cuenta que me lo compré al mismo tiempo que el Full moon fever y el Hard times de Petty, estos en formato CD. Cuando lo desempolvé al traérmelo a la cabeza los BRMC lo escuché con más afecto que en aquellos años: además del tema principal encontré que es un larga duración muy digno. No de esos que pasan a la historia, ya sea a la universal o a la de uno mismo, no. Pero sí es un buen representante de esa música americana de la dorada década de los ochenta y no sobra ninguna canción en el mismo. Y como hoy no tengo mucho tiempo, es ideal para hacer una reseña rápida, sin demasiada enjundia, poco contundente pero que deje buen sabor de boca.



Resumen rápido sobre The Call. Este fue su sexto disco, con una portada un tanto mala, a mi entender. Peter Gabriel dijo de ellos que eran el futuro de la música americana. Un año después de la publicación de este disco se disolvieron. Un aplauso para el visionario de Peter. Además del reconocimiento de Gabriel, en sus discos tienen colaboraciones de artistas como Bono, Jim Kerr, Robbie Robertson o Harry Dean Stanton. El grupo estaba formado por Michael Been (voz, bajo y guitarras), Tom Ferrier (guitarra), Scott Musick (batería) y Jim Goodwin (teclados). Been falleció en el 2010 por un ataque al corazón en un concierto en Bélgica, mientras trabajaba como ingeniero de sonido del grupo de su hijo Robert Levon Been: los Black Rebel Motorcycle Club. Como curiosidad, Been actuó en La última tentación de Cristo de Scorsese como el apóstol Juan. Precisamente en ese rodaje conoció a Harry Dean Stanton y surgió la doble colaboración del famoso armonicista en este trabajo.



El primer corte es para “Let the day begin” que suena muy americana, muy de esas épocas, de los 80. Una mezcla entre Bob Seger y Bruce Horsnby por situarnos. Un himno que ha sido utilizado en películas (Tango & Cash) y en campañas electorales (Al Gore). Habla de la clase trabajadora: profesores, conductores, predicadores, campesinos, soldados, doctores, ganadores y perdedores. De todo excepto banqueros, políticos y ejecutivos. Fue su mayor éxito en USA, número 1 incluido, quizás por desgracia para ellos. Porque ninguna otra canción futura funcionó tan bien y eso destruyó a una banda que llevaba cinco LPs a sus espaldas. Cosas de la fama o de las expectativas creadas/exigidas por las discográficas. Por ahí abajo os dejaré dos versiones soberbias de este temón.

“You run” es otro tema que sigue una estela rock de canción perfecta para escuchar conduciendo por esas carreteras de rectas infinitas que tienen en Estados Unidos. Me da que puede incluso catalogarse como rock cristiano por las letras. Es una interpretación fácil sabiendo que Been era muy religioso. Aunque también podría referirse a esas vidas vacías que con tanta facilidad se dan en nuestra sociedad/cultura.

Con un inicio que me recuerda a los Hooters, “Surrender” es otro buen tema, aquí sí es más clara la temática cristina. O eso me parece a mí, teniendo en cuenta que mi inglés es pésimo.



“When” sigue en la misma línea. En este caso me suena un poco más country, quizás por la guitarra acústica que meten.

Para cerrar la cara A, “Watch”, más oscura, más blusera, más distorsionada, se desvía un poco de lo que estábamos oyendo. Quizás porque está compuesta entre Been y Harry Dean Stanton tras conocerse en “La última tentación de Cristo”. Un gran trabajo en los instrumentos. Quizás con un sonido más contundente en la batería la canción ganaría muchos enteros. Me da que es una de las preferidas del hijo de Been, pues se acerca mucho al sonido BMRC.

Abriendo la cara B, nueva colaboración de Harry Dean Stanton. En este caso, como es más conocido en el mundo de la música: a la armónica. En “For Love”, Michael Been empieza a sonar muy a lo Astbury, muy Cult, incluso Doors.

“Jealousy” es un medio tiempo en el que Been trabaja muy bien su voz. No sé muy bien la razón, ya que es bastante sencillo, pero su solo de guitarra me emociona.



“Same ol’ story” vuelve al rock de carretera, al rock americano que todos tenemos en mente, con tintes country pero guitarras muy hard rockeras.

Casi terminamos con “Closer”. Es la que menos me gusta.

Y cerramos el vinilo con lo que perfectamente se puede catalogar como una preciosa nana, “Uncovered”. Algo me recuerda a los Simple Minds del Street Fighting years.

La versión en CD trae un tema más, "Communion".


En definitiva, un disco sólido, de rock bien calibrado. Al mismo tiempo, esas virtudes se convierten en defectos para triunfar. Dicen que el problema fue que su compañía no promocionó el disco y que, además, se fabricaron menos copias de las que hubiesen vendido. Puede ser, teniendo en cuenta la horrible portada que le pusieron. A mí me parece que es un trabajo que ha envejecido mejor de lo esperado y que se puede disfrutar al volante o con una buena birra fría en la terraza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario