The Hunter
Este disco titulado El Guateque del Hombre Lobo supuso el segundo capítulo del que fuera nuevo proyecto que un año antes emprendió Jorge Martínez, carismático líder de Ilegales, bajo el nombre de Jorge Ilegal y Los Magníficos, con los que se propuso enarbolar, y dignificar de nuevo, ese tipo de música llamada popularmente de guateque y que englobaba desde ritmos latinos hasta el rock and roll o el twist.
La pretensión de la banda fue no solo adecuarse a los estilos de hace décadas, sino recrearlos de la manera más fidedigna. Por ello no es extraño verles ataviados con los más elegantes trajes en sus apariciones en directo o utilizar instrumentos de la época. Para ese fin, y en lo referente a la grabación del nuevo disco, el grupo, al margen del propio Jorge Martínez, se ha compuesto por Jaime Belaustegui, Xuan Zem, Juan Flores y David Vázquez.
En este recién editado trabajo hay una diferencia sustancial con su debut Nuevo Rumbo, y es que se nutre básicamente del rock and roll clásico dejando algo más de lado las composiciones con raíz latinas. En él, al margen de lo estrictamente musical, también se homenajea, por medio de su iconografía y referencias varias, a aquellos personajes tan típicos de la serie B.
Se trata de un álbum que se compone al cincuenta por ciento (seis y seis) de temas propios y ajenos, algo que no supone en ningún momento una ruptura estilística. Entre las canciones originales destacan “Soy Un Hombre Lobo”, a medio camino entre el rock and roll y el twist y que da forma a un elegante tema, que recuerda por momentos en ritmo a aquella canción “ilegal” de “Al Borde”, en el que se hace patente ese espíritu “dionisíaco” habitual en la carrera de Jorge Martínez (“Soy un hombre lobo/ el alcohol me pierde y lo que pierdo es la cabeza como tú”). Con ese mismo ánimo, aunque de una forma más simbólica y poética, se encuentra “Me Está Llamando”, que se mueve en un terreno sonoro más nostálgico, el mismo que desprenderá “1962”, una reflexión sobre las malas jugadas que nos pueden causar el recuerdo del pasado.
El lado más incisivo, dentro de sus propias composiciones, queda para el instrumental “Spaghetti & Tequila”, una mezcla perfecta entre el sonido western de Ennio Morricone y The Shadows, y donde el papel de la guitarra se impone, algo que sucede también con “Niña Voodoo”, con una sección rítmica trepidante, sobre todo en lo que se refiere al estribillo, que consigue a la perfección transmitir la ambientación que se infiere de un título así.
En el ámbito de las versiones hay algunas realmente conocidas por la popularidad que alcanzaron en su momento como “Popotitos” o “La Plaga”, ambas con mucha difusión en suelo castellanoparlante de la mano de los Teen Tops, y que destacan por la soltura y desparpajo que transmiten. “Dieciséis Toneladas” es una canción profunda con influencia del blues, interpretada (en una de sus múltiples lecturas) por el recientemente fallecido José Guardiola, y que precisamente es una versión que encaja como un guante en la manera de interpretar de Jorge Martínez. Un colofón perfecto, por forma y fondo, es la adaptación del mítico “Trouble” (“Problemas”) de Leiber y Stoller que saca el lado más salvaje de la banda, en el fondo y en la forma (“Nunca busco pelea pero no la rehúyo / No acepto una orden de persona alguna”).
El Guateque del Hombre Lobo es el segundo disco del nuevo proyecto del que fuera líder de Ilegales y que ha optado en esta ocasión por mostrar su cara más “rockandrollera”, dejando momentáneamente al margen los sonidos latinos, y de paso dejar clara la versatilidad de todos los integrantes de Jorge Ilegal y los Magníficos, no solo para rememorar sonidos de décadas pasadas sino para situarlas en el presente con gran frescura y sin dejar de lado ese lado irónico y salvaje marca de la casa.
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