por JLBM
Aproximadamente 52 años después de aquel glorioso My Man, He’s A Loving Man era una delicia comprobar que LaVette estaba más en forma que nunca, una leyenda viva para la que cualquier elogio resulta insuficiente. Worthy era su maravilloso quinto álbum de estudio en una década, y el resultado era, como en aquel primero, fantástico. Joe Henry es el tipo que produce Worthy, y es el mismo que ya había producido aquel I've Got My Own Hell to Raise que devolvía a la vida a Bettye LaVette en 2005 reinterpretando clásicos americanos y británicos, una fórmula que resultaría perfecta para esta mujer, eso sí, con un formato nuevo, rediseñado y personalizado que ha vuelto a utilizar para su nuevo disco de 2015.
Worthy es un álbum que rezuma una honestidad sin tapujos, la de una veterana capaz de reinventar el "Love Reign O’er Me" de los Who o de papearse a Jon Bon Jovi en la toma de posesión de Obama interpretando el "A Change Is Gonna Come" de Sam Cooke. Un proyecto valiente y lleno de blues y madurez en el que la selección de temas a revisar por parte de LaVette escapa a cualquier evidencia. Asombrosa es la capacidad de Bettey LaVette para, versionando a músicos tan diferentes y dispares, escarbar en las entrañas de sus letras y de su música y llenarlos de una nueva y diferente emoción. El baterista Jay Bellerose, el guitarrista Doyle Bramall II, el bajista Chris Bruce y el teclista Patrick Warren componen una banda de quilates, a la altura de lo que una personalidad y una voz como las de Bettye LaVette necesitan para un artefacto como Worthy.
Abre Worthy con un tema como "Unbelievable", una revisión del original de Bob Dylan con un inicio jazzy de sonidos tipo Dave Brubeck en el piano hasta que entra la voz de una LaVette llena de energía y una textura vocal plagada de matices que se implica a la perfección con el tema. Después "When I Was A Young Girl" de Chris Youlden ofrece una oscura descarga eléctrica que rezuma emoción por todos sus poros, apoyándose fundamentalmente en la línea de bajo de Chris Bruce y en el tono de LaVette, y "Bless Us All" recupera el original de Mickey Newbury y lo dota de una exuberante emoción.
"Stop" muestra la potencia y el alcance de Bettye LaVette como vocalista, sin duda gran inspiración para otras como Amy Winehouse en este original de Joe Henry, su propio productor, absolutamente teñido de blues y "Undamned" es un corte que reúne todas las virtudes de Bettye LaVette como vocalista, sobre todo esos saltos de soul en su voz, algo innato solo para las grandes vocalistas de la historia, entre las que por supuesto se encuentra, y es que es impresionante lo que puede hacer únicamente apoyada por un piano con esta balada de los Over The Rhine.
"Complicated" es una composición del dueto Mick Jagger-Keith Richards y suena realmente bien, destacando además de la voz de la diva la unidad y cohesión de toda la banda para un tema de los Rolling Stones de 1967 al que LaVette llena de sensualidad antes de la llegada de "Where A Life Goes", un corte que arroja luz sobre temas y músicos menos populares, en esta ocasión Randall Bramblett, y LaVette lo disfruta de un modo absolutamente tranquilo y lleno de dignidad para seguir con "Just Between You And Me And The Wall You're A Fool" dejando como legado el gemido angustioso y crudo de LaVette en esta inmensa balada de blues original de los Amazing Rhythm Aces.
"Wait" revisa de una manera sensacional la obra de John Lennon y Paul McCartney y la hace realmente irreconocible, eliminando su estructura de Invasión Británica y reemplazándola por una guitarra acústica y por la desgarradora voz de blues de LaVette. Después "Step Away" tiñe de rhythm and blues el original de Christine Santelli y "Worthy" es un tema proveniente del catálogo de Mary Gauthier, y resume de manera evidente el estado de gracia en el que se encuentra Bettye LaVette, cerrando el álbum con un abrumador ejercicio de inteligencia musical.
Worthy es un álbum, uno más de Bettye LaVette, con temas extraídos de épocas y músicos diferentes, pero realmente ni tiene fecha ni dueño, solo la apabullante personalidad y la estremecedora voz de una de las mejores vocalistas de la historia del soul y del rock. LaVette conoce sus puntos fuertes, algo natural para quien llevaba más de cincuenta años subida a un escenario, y en Worthy los explota, haciendo suyas todas las revisiones que completan el álbum, superando sin esfuerzo la mayoría de los originales a los que decide esculpir con esa voz tan cargada de sentimiento.
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