ÁCS
En 1978, dirigida por Richard Donner, se estrenó el film Superman: La película. Fue todo un éxito de taquilla. Interpretan el papel del héroe estaba el, a la postre, infortunado actor Christopher Reeve. Ese mismo año (¿para qué tardar más?) la marca Coca-Cola (con DC COMICS) lanza este álbum particular. Particular, especial, porque los cromos (llamémoslos así) aparecían, como cosa poco habitual, en el interior de las chapas, tapones o platillos de las botellas de cocacola. Eran, por tanto, cromitos circulares, de goma, que uno extraía de la chapa levantándolos con la uña pues como adheridos a ella estaban. Lo recuerdo muy bien. Y recuerdo cómo buscábamos estos tapones que los mayores tiraban al suelo sin preocuparse de extraer el cromo. ¡Cuántos no se tirarían en los bares!
Muchas de estas gomitas exhibían un fotograma de la famosa película, pero en otras (¡oh, sorpresa!), para desdicha de los niños, aparecía un vale para un sorteo. Este sorteo uno piensa que se realizaría a nivel internacional pues los premios eran muchos e importantes: 10 viajes a Florida con visita a la NASA y Cabo Cañaveral, 100 motos (10 Sanglas -sí, las de la Guardia Civil- y 90 Gileras) y, como premio menor, también se sorteaban 1000 discos de vinilo con la banda sonora de la película. Estos vales había que enviarlos a un apartado de correos junto con una hojita en la que figurase nuestro nombre completo y dirección... todos los que quisiéramos.
El álbum, vacío, no se vendía, sino que te lo daban gratuitamente (el que regala bien vende) por la compra de dos botellas de Coca-Cola de litro. Yo no lo tuve nunca y desconozco dónde fueron a parar los cromos que iba consiguiendo. Se trata de un álbum de pequeño formato (24 x 17 cm. cerrado), con 35 casillas donde ir pegando tales cromos. Una vez conseguido el álbum, podías pedir una insignia de Superman (había 6 modelos diferentes). Dos años después apareció Superman II y se editó otro álbum similar a este.
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