The Hunter
Con este disco, el grupo sueco se alejó del heavy metal de corte más clásico del disco anterior, Beg for It (2009), al cual no llegué a darle en su día más de tres o cuatro escuchas.
Sin embarbo, señores, One More Time’s to the Party!, esto es, la banda recupera en él sus señas de identidad, ese sonido sleazy metal 80’s que tan bien aplican a sus temas, donde los coros juegan un papel importantísimo, dándole un aire realmente festivo a los mismos, pero, eso sí, sigo pensando que el guitarrista en algunos temas no les favorece, dejando un regustillo metalero excesivo en muchos casos. Es una opinión. Por otra parte, en esta ocasión también tenemos momentos inspirados en clave acústicos o las llamadas power ballads.
El comienzo es espectacular con “Sadistic Girls”, que abre el camino a toda velocidad y el estribillo es matador, allanando el terreno a “Guestlists” que junto a los juegos vocales filtrados por la guitarra, incitan a corearla puño en alto, pero “Last Call for Alcohol” te vuela la cabeza, sonando como un cañonazo, retro alimentándose de los riffs metaleros de discos anteriores pero llevándolos a un terreno sleazy, eso sí el coro podría estar en cualquier disco de Accept, pura nostalgia.
El tema título “Split Your Lip” arranca con el ritmo de solo de batería filtrado del malogrado Randy Castillo, aunque quizás cae en la repetición de esquemas vocales de su predecesoras, eso sí el solo ahonda de nuevo en las directrices heavy metaleras más clásicas. “Moonshine” ya es una vieja conocida y rompe con la dinámica del disco hasta el momento, mucho “Groovie” en el ritmo, pero siempre con una potente base de guitarras afiladas, con “Here Comes That Sick Bitch” es un ejercicio acústico al estilo de cómo las tocaba Ricky Warwick con sus The Almighty, sencillamente bonita.
Después del interludio acústico podríamos decir que viene la segunda parte del disco, que es claramente continuista a la inicial pero menos inspirada, en “What Did i Do” se retoma la velocidad hardrcokera, pero se me antoja demasiado atropellada y ese final en plan grito gutural, no cuela, en “Bully” nos encontramos con un buen trabajo de guitarras, pero no resalta sobre el resto de composiciones.
Pequeña y anecdótica “intro” en clave blues acústica para “When Go To Heaven”, que incide en no darnos respiro junto a “Honeymoon”, para llegar al final del disco con “Run to your Mama”, bonita pieza interpreta al piano, con la voz rota que cierra el álbum de manera tranquila, que después de tanta “caña” se agradece.
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