by King Piltrafilla (@KingPiltrafilla)
Piltrafillas, en Lourdes asistimos al retrato de un fenómeno que aúna turismo y devoción, fe y souvenirs, negocio y caridad, una Disneylandia del milagro que se convierte en símbolo de esperanza o el último recurso de los desesperados al que también asisten voluntarios laicos entre los que se cuentan los que tienen un sincero deseo de ayudar al prójimo, los que no han sabido decidirse entre eso o un fin de semana esquiando y los que utilizan la ocasión para expiar sus propios pecados. Con todo, la realizadora evita pronunciarse –al menos no lo hace claramente, aunque se advierte cierta tendencia- y se limita a mostrar las dos caras de la moneda: la de la mercantilización de la desgracia humana y la de la profunda confianza en la voluntad divina en el marco de un grupo humano que denota un –comprensible- egoísmo a la hora de asistir a la sanación del prójimo en lugar de la propia. La película es leeeenta, leeeenta, leeeenta hasta la exasperación, pero ello no hace más que ayudar a que nos identifiquemos con la aburrida, hastiada y escéptica Christine –a remarcar la interpretación de Sylvie Testud en su papel de enferma pasmada ante los acontecimientos- en su extraordinaria excursión de fin de semana. La cuidada fotografía, la ambientación y las interpretaciones –también me ha gustado mucho Elina Lowensohn como Cécile- redondean en mi opinión una cinta que pese a la total carencia de acción y la casi ausencia de diálogos me ha parecido muy interesante. No es del tipo de las que os acostumbro a hablar ¿eh?
Cisne Negro, ahora una de apariciones divinas... Mmmmmm, te estás haciendo mayor o te estás volviendo un tipo sensible? Vuelve King (no Queen) Piltrafilla!!!
ResponderEliminarSoy sensible y me hago mayor. Sin embargo, el orden y la selecciön de las reseñas achácaselos al daño de este blog ;)
EliminarMe culpa en todo. El orden es cronológico, según fueron apareciendo en su día. No hay selección. Se cogen a tajo parejo.
EliminarQue cosas más extrañas estas que me leo, tal parece que la edad lo vuelve a uno romántico jajaja.
ResponderEliminar