by King Piltrafilla (@KingPiltrafilla)
Cisne Negro se desarrolla en un mundo de envidias, reinas destronadas y la obsesión por la perfección, un mundo en el que Nina –al amparo de una madre absorbente y sobreprotectora- no tarda en tener unas extrañas visiones que incluyen a una joven –tan clavadita a ella, tan exacta que se diría que es ella misma- con la que se cruza por la calle o en el metro o se le aparece en el cuarto de baño, sin olvidar esas marcas en su cuerpo, algunas de las cuales desaparecen como por ensalmo... cosas muy extrañas que la turban considerablemente. Pero ¿qué significan esas alucinaciones en realidad? Piltrafillas, una cinta con bailarinas simulando ser cisnes, con tutús, zapatillitas, delicados cuerpos, banda sonora de Tchaikovsky... a un metalhead enamorado del cine casposo, del gore, de la acción y de las tetas ¿puede haberle gustado eso? Pues sí, amiguitos, la verdad es que me ha encantado. No sé, quizás estaba ovulando y era mi día gay o es que mis gustos son más eclécticos de lo que pensáis, pero lo cierto es que me ha divertido mucho y el trabajo de Natalie –hay que verla en versión original- me ha parecido muy bueno y emocionante a la hora de transmitir los sentimientos de Nina en su particular metamorfosis. En fin, amiguitos, que –aún no considerándola una cinta redonda- os recomiendo su visión sin reparo alguno.
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