por Addison de Witt (@Addisondewitt70)
del blog Rock and More By Addison de Witt
Este fin de semana pasado lo he aprovechado entre otras cosas, para pinchar uno de los discos que tenía en la lista de pendientes, recomendación de don Bernardo de Andrés Herrero, lo que hacía del artilugio en cuestión de obligatoria escucha, le he dado salida pues a: The Dark Beautiful Sun, de un tal William Duke.
Venía precedido de elocuentes y mas que elogiosas palabras por parte de Bernardo en su crónica (pinchar) y desde luego no le falta razón.
Poca información se puede encontrar de William Duke, pero el disco habla en boca del interfecto, se trata de un trabajo encantador, primaveral y absolutamente delicioso; no hay rincones oscuros ni asomos de introversión en los surcos de este disco, todo (o casi) es luz, candor sonoro y fluidez melódica.
Sin sesudas pretensiones sónicas, las influencias de bandas californianas (el autor es de San Francisco) es evidente, se nota en la luz a la que hacía referencia y el poso folk-pop que bendice estos temas hace de ellos delicatessen para los oídos, que se ven glorificados con tan hermosos sonidos.
Desde CSNY pasando por The Byrds en temas corales como el que da título al Lp, las guitarras recuerdan también a los McGuinn, Clark y compañía, sin poder pasar por alto remembranzas a Big Star o a formaciones country tonales como America o Poco, francamente excelente.
No perderse nadie las voces que recorren las corcheas de temas livianos y deliciosos como: "The golden ring", "Sons and daughters", "Just lookin' for some sleep" o "Summer side of life", en todas ellas se podrán apreciar los aspectos señalados más arriba con claridad y deleite.
Las especias mas country son esparcidas con sabiduría sobre cortes fronterizos y frescos como "Many years away" y la magnífica "The great scape".
Los únicos claroscuros se aprecian en dos temas pop también esenciales como: "The truth comes out at night" y "Your laughter fills the roof" de una mayor vocación sónica y vocalmente mas pesadas.
Completan este hermoso trabajo dos instrumentales, el breve y prescindible "Kyoto sunrise" y el enraizado "1977" con el que concluye el disco.
Más que recomendable la escucha primero y disfrute después de este Lp de William Duke, tipo desconocido para mi que posee un hermoso instrumento vocal y que nos ofrece esta dulcinea a precio muy económico en su bandcamp.
Addison de Witt
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