por Fabián Castillo Molina
Sobre Un hombre sin miedo, que dirige Juan Luis de No, tengo que decir que se trata de una aventura cinematográfica arriesgada pero necesaria y que merece la pena conocer. En mi caso la estoy viviendo desde marzo de este año colaborando como documentalista, visitando archivos y bibliotecas madrileñas en busca de documentos gráficos y filmográficos así como también artículos periodísticos escritos por el protagonista, José María de Llanos, y acompañando a personas y personajes que lo conocieron de cerca a lo largo de su etapa en el Pozo del Tío Raimundo desde 1955 a 1992, año de su fallecimiento. Pero no solo eso, sino también analizando el nacimiento de un barrio obrero construido entre los barrizales, sin instalaciones de luz ni agua, sin escuelas, con casas hechas a duras penas en una sanochada, entre los interesados venidos de los pueblos y provincias a buscarse la vida en la capital, para dar techo y cobijo a su familia con sus manos y con ayuda de albañiles y otros oficios, que después de cumplir su jornada en obras de Madrid les echaban un cable a quienes de verdad lo necesitaban.
A todo esto, Llanos llegó a este barrio intentado catequizar a la gente humilde trabajadora y quedó integrado en el barrio como uno más, pero dando la cara y arriesgando su pellejo y sotana jesuita frente a la guardia civil de entonces, esgrimiendo su acuerdo y representación del Vaticano en dicho Pozo. Una aventura con variedad y cantidad de matices dignos de conocer. Para no perdérsela.
Para saber mucho más sobre esta película documental, os remito a este artículo con imágenes e información muy valiosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario