The Number Of The Beast había sido el inicio de un cambio de dirección en el sonido de la banda encaminado a la composición de complejas obras maestras, y Piece Of Mind parecía destinado a la culminación de aquel giro. Efectivamente Piece Of Mind había colocado a Iron Maiden en lo más alto del heavy metal, y Powerslave, la magna obra publicada en 1984, no hacía sino confirmar que el trono era suyo por méritos propios, consolidando a una de las bandas más honestas y auténticas de la historia del rock.
Cuando finalizó la World Piece Tour, la gira de soporte al Piece Of Mind, en diciembre de 1983, la banda se tomaba tres semanas de descanso antes de viajar a Bahamas para componer y grabar Powerslave en los Compass Point Studios de Nassau. Tras otra pausa el álbum se mezclaría en los Electric Lady Studios de Nueva York, antes de comenzar el World Slavery Tour en agosto de 1984, como gira de apoyo al nuevo álbum.
El 3 de septiembre de 1984 EMI publicaba Powerslave, el quinto trabajo de estudio de Iron Maiden en apenas cinco años, un álbum que sentaría un estándar para el género y cuya influencia es hoy todavía visible.
Como en todos los álbumes que había grabado Iron Maiden hasta la fecha, salvo en el debut de 1980, la producción corre a cargo de Martin Birch, un tipo cuyo trabajo creció a medida que la banda publicaba álbumes y que se vio culminado en Powerslave con una inmaculada dirección, sobre todo si tenemos en cuenta el año en el que se hizo el disco. Un sonido bastante limpio y pulido en el que todos los miembros de la banda destacan dentro de un mismo espacio sonoro.
En Powerslave el sonido de Iron Maiden se vuelve más técnico y en cierto punto más intrincado, una extensión del obtenido en Piece Of Mind, pero con un añadido algo más melódico, en una acertada exploración de temas más largos y épicos. En el álbum se llega a la culminación de la habilidad de Iron Maiden para escribir y componer, acercándose a temas y conceptos a los que ninguna otra banda jamás se había atrevido.
Las interpretaciones de cada miembro de la banda en Powerslave son absolutamente estelares. Bruce Dickinson aparece lleno de poder y cruda energía, al tiempo que se muestra más refinado incluso que en los anteriores trabajos. El vocalista borda su interpretación y contribuye de manera sobresaliente al sonido clásico de la banda.
Adrian Smith y Dave Murray, o Dave Murray y Adrian Smith, la pareja de guitarras del Powerslave, mejoran de manera notable la interacción entre ambos, produciendo un weaving magistral que redunda en beneficio de inmensos riffs y apocalípticos solos, ya sean de uno o de otro. Sin duda su trabajo de guitarras en el álbum es uno de los más logrados de la historia de la banda.
Steve Harris, el letrista principal, consigue sobredimensionar el sonido de su bajo hasta volver a convertirlo prácticamente en la tercera guitarra de Iron Maiden, acoplándose además a la perfección al explosivo y complejo trabajo de batería del increíble Nicko McBrain.
Powerslave abre con "Aces High", otra de las asombrosas letras de Iron Maiden, esta vez sobre la batalla aérea en el Canal de La Mancha durante la Segunda Guerra Mundial. Su melódica intro explosiona en una sucesión de rápidos riffs cargados de adrenalina y una brutal batería de inicio y parada de entre los que sobresalen el inmenso solo de Murray y la acerada voz de Dickinson.
Después "2 Minutes To Midnight" mantiene la intensidad mediante un tremendo riff y un estribillo demoledor y pegadizo. Sus profundas letras sobre la devastación nuclear aumentan su significado merced al gran trabajo de Dickinson y dos pasionales y melódicos solos.
"Losfer Words (Big 'Orra)" sería el último de los cuatro cortes instrumentales de la historia de Iron Maiden. Riff rápido y progresivo, un par de cambios de ritmo y un solo clásico para un tema absolutamente sorprendente.
Después "Flash Of The Blade", con un soberbio trabajo de guitarras. Un riff poco usual da inicio al tema hasta que Dickinson se arranca dando paso al terrorífico weaving entre Smith y Murray. Luchas épicas soportadas por bajo y batería de inicio y parada en pro del maravilloso solo sincronizado durante el puente.
"The Duellists" es una lucha de espadas dura y melódica al tiempo. Es casi una instrumental continuación de "Flash Of The Blade", con un inmenso bajo de Harris dando soporte al estribillo y solo posterior tras un rapidísimo y demoledor inicio de batería que ya jamás se detendrá.
Los galopantes riffs que explosionan tras los solos de "Back In The Village" dan paso al excelso "Powerslave". La miseria de ser esclavo en el Antiguo Egipto se narra a través de un apabullante riff de apertura que se acelera en el estribillo. Un brutal y largo solo desemboca en otro aún mejor con un inmenso Harris proporcionándoles cobertura.
El álbum finaliza con la épica de "Rime Of The Ancient Mariner", un colosal tema basado en un poema del siglo XVIII. Doce apoteósicos minutos sobre un capitán y su barco que musicalmente es uno de los más impresionantes temas de la carrera de Iron Maiden. Cada miembro de la banda brilla en un corte fascinante y sorprendente.
Powerslave representa la cima del poder de Iron Maiden, un álbum monstruoso plagado de clásicos y consistentes temas, muchos de los cuales forman todavía parte del repertorio en directo de la banda.
Por supuesto, decidirse es muy complicado, así que lo inteligente es colocar The Number Of The Beast, Piece Of Mind y Powerslave como una de las más espectaculares y maravillosas trilogías de la historia del heavy metal.
El World Slavery Tour que comenzaba casi al tiempo de la publicación del Powerslave desembocaría en uno de los mejores directos de la historia del rock, el apabullante Live After Death, el álbum que mostró a Iron Maiden en todo su esplendor musical e interpretativo.
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