by King Piltrafilla (@KingPiltrafilla)
Outrage es violenta, seria, implacable, fría y nos muestra el día a día de hombres permanentemente en peligro, vestidos con sus elegantes e impolutos trajes de estilo occidental, con lujosos Mercedes-Benz y respetuosos ceremoniales jerárquicos, con un profundo concepto del honor que –sin embargo- no les libra del peor salvajismo y falta de escrúpulos. Es, además de eso, una historia de gran valor docente sobre el funcionamiento interno de las familias yakuza en casi dos horas de metraje que no se hacen en absoluto largas ni pesadas. Y creo firmemente que, aunque pueda parecer a primera vista una exaltación de ese mundo, lo que Kitano hace es criticar abiertamente a esa organización de delincuentes tan arraigada en la cultura y la sociedad japonesa.
Amiguitos, si os llaman la atención las películas de padrinos mafiosos en versión oriental, disfrutaréis con Outrage. Ahora bien, si lo que os gusta son las cintas policiacas con persecuciones, ensaladas de tiros y explosiones tipo Bruce Willis buscad la diversión en otro sitio. En mi opinión, Outrage es, por ritmo, guion, fotografía y las interpretaciones notables de la mayoría del elenco, una gran cinta de yakuza, sobria y sin artificios, lo que acentúa su dureza y que os recomiendo sin reservas, aunque el final se intuya durante toda la película.
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