by King Piltrafilla (@KingPiltrafilla)

Y no hay más que decir de un argumento en el que –con el trasfondo de la lucha entre las chicas de Kyoto y las advenedizas de Tokyo, dos ciudades que vienen a ser como Madrid y Barcelona en nuestro país, y con algunas gotas de amor que se da entre Sachiko y un joven boxeador- debéis disfrutar mientras apuráis una copa de ron añejo o algo parecido para soportar el extraño humor japonés con el que está salpicada esta producción de puñetazos, violencia misógina, gonorrea –sí, habéis leído bien- y tetas tatuadas que convierte al peor cine casposo de los 60 de nuestro país en inteligentes muestras de humor británico. Amiguitos, se trata de una cinta distraída aunque irregular, típico producto del cine sexploitation nipón de los 70, todo un clásico que no os debéis perder todos aquellos que adoráis lo más bizarro que hoy en día nos ofrece el país de Mazínger y Akira y que tiene sus raíces en Girl Boss Guerilla y otras por el estilo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario