ZEPPELIN ROCK: CRÍTICA de la película NECROMANIA (Ed Wood, 1971): Review

domingo, 13 de febrero de 2022

CRÍTICA de la película NECROMANIA (Ed Wood, 1971): Review

 


by King Piltrafilla (@KingPiltrafilla)




A mediados de los 90, el afamado Tim Burton rodó Ed Wood, una película que homenajeaba al realizador al que la crítica calificó como el peor director de cine de todos los tiempos, autor de películas de ciencia ficción y terror de serie B, que falleció en 1978 y que alumbró engendros como Plan 9 from Outer Space, una infumable cinta que se encuentra entre las peores jamás filmadas en la historia del séptimo arte. He escogido, no obstante, la última cinta que rodó, una peli de hardcore porn tan infumable y mala que incluso utilizó un pseudónimo para rodarla. Así es, piltrafillas, a la hora de ser bizarros, el King Piltrafilla hace su elección: de lo malo, lo peor. Pero voy a dejarme de preámbulos y pasaré a hablaros de Necromania –subtitulada A tale of weird love-, la historia de una pareja con problemas sexuales que decide pedir ayuda a una terapeuta, dirigida y producida por un Ed Wood que esconde su nombre bajo el alias de Don Miller y con un elenco que –según reza en los títulos de crédito- prefiere permanecer anónimo. Todo eso ya os da una idea del bajísimo nivel de la propuesta. Pero, por si vuestra intuición no os había avisado, la llegada de la pareja protagonista a una mansión decorada con ornamentos orientales y cruces invertidas -¿qué es esto, adoradores de Satán chinos?- seguro que desvela todas vuestras dudas.




En resumen, piltrafillas, Necromania nos cuenta cómo Shirley y Danny visitan a Madame Heles, una especie de terapeuta esotérica que cura las disfunciones sexuales, para que esta les ayude con la impotencia de él. Les recibe Tanya, la doncella de la nigromante Heles, quien conduce a la pareja a una habitación para que se vayan poniendo a tono. Luego la tal Tanya realiza un extraño ritual mágico que consiste en restregarse el cuerpo con una calavera de metal y se dispone a atender a otro de los clientes de Madame Hale. Primera escena porno. Luego vemos a la pareja protagonista iniciando un coito –segunda escena porno-, pero como Danny no consigue consumar el acto, Shirley deja la habitación y se encuentra en el pasillo con otra mujer con la que se monta una escena lésbica junto a un perro disecado. Tercera escena porno. En estas –a la mitad ya de la cinta- Danny decide ir a buscar a su novia... encontrándose con Tanya –cuarta escena porno- antes de acabar todos frente a un ataúd en el que descansa Madame Heles, quien se entregará a Danny –última escena porno- para curar del todo su impotencia. En fin, un argumento patético, interpretaciones patéticas, escenas pornográficas soporíferas y poco excitantes... total, un despropósito de cabo a rabo que solo debe afrontarse como obra cómica –aunque no pretenda serlo- o documento cinéfilo. Si no os atrae ninguna de estas dos vertientes, mejor que paséis el rato mirando algo más interesante como... Bob Esponja.

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