Segunda ronda (ver listas de los 50). Un Ford que cumplía su última década, de hecho su último film fue en 1966, y un Hitchcock que también estaba finalizando su carrera, a la que le quedaban pocas obras. Aún así tenemos algunos de sus mejores y más conocidos títulos, aunque no abunden tanto en número general como en décadas anteriores. Un duelo potente. ¿Quién creéis que gana en los 60?
ALFRED HITCHCOCK
PSICOSIS (1960), de Alfred Hitchcock.
Otra obra maestra de Hitchcock. Una de sus películas más exitosas, influyentes y recordadas. La escena de la ducha y su estructura narrativa están en la antología del celuloide. Fue una auténtica revolución. ¡Cuánto le deben géneros como el slasher a esta cinta! Imprescindible.
LOS PÁJAROS (1963), de Alfred Hitchcock.
Obra maestra del señor Hitchcock, al que este año le salieron dos competidores que honraban su estilo con grandes obras (Charada y El Premio). Aquí se zambulle de lleno en el cine de terror, con una película revolucionaria y copiada hasta la saciedad, dejando incontestables muestras de su talento con planos asombrosos. Otra de las imprescindibles para los cinéfilos.
MARNIE, LA LADRONA (1964), de Alfred Hitchcock.
Magistral cinta de Hitchcock, que se vuelve a adentrar en las misteriosas aguas de los traumas psicológicos. Sean Connery aparece por partida triple este año. Gran uso del color rojo (muy Hitchcock), perfecto uso del suspense y gran desarrollo de los personajes.
CORTINA RASGADA (1966), de Alfred Hitchcock.
Estupenda cinta hitchcockiana con grandes escenas para el recuerdo (la pelea en la cabaña, la persecución en autobús). Un Paul Newman protagónico y un título muy entretenido sin estar entre lo más destacado del maestro.
TOPAZ (1969), de Alfred Hitchcock.
Una de las últimas cintas de Hitchcock, lejos de sus grandes obras maestras, pero en un tono distinto correspondiente a la última etapa del director, lo que plantea aspectos de mucho interés cinéfilo.
-------------
JOHN FORD
EL SARGENTO NEGRO (1960), de John Ford.
Obra maestra del genio Ford. Un drama y Western judicial vertebrado en dos partes, la del consejo de guerra al sargento acusado de violación y los flashbacks que se intercalan en la misma. La narración de Ford mantiene el interés en todo momento por muy diversos motivos, donde subyacen reflexiones de calado.
DOS CABALGAN JUNTOS (1961), de John Ford.
Os pongo el inicio del análisis que tengo escrito sobre ella: Supuso un gran impulso para la consideración crítica de John Ford, quizá el definitivo. Una crítica que casi obviaba al director más grande de todos los tiempos, al que si bien no despreciaba, no lo consideraba, en absoluto, verdaderamente reseñable, en una posición muy discreta. De nuevo fueron los franceses, en concreto una crítica de Jean-Luc Godard a esta película, considerándola la mejor y más experimental cinta de ese año, la que catapultó a Ford a las alturas, aunque cabe decir que los motivos esgrimidos por el director francés no eran del todo correctos, ya que las supuestas innovaciones o revoluciones no lo eran, ya habían aparecido a lo largo de su obra, una obra en continua progresión y depuración.
EL HOMBRE QUE MATÓ A LIBERTY VALENCE (1962), de John Ford.
El mejor Western de la historia. En esta película está todo lo que concierne al género. Es, además, el testamento final del Western clásico y el inicio del crepuscular. Sus reflexiones sobre la democracia son magistrales y evidentes, pero las que hace sobre la libertad, el libertinaje, el liberalismo, las concesiones y límites dolorosos y necesarios a esas libertades escenificados a través de los tres personajes varones protagonistas, no tienen parangón. Está todo aquí. TODO. Una de las mejores películas de todos los tiempos.
LA CONQUISTA DEL OESTE (1962), de John Ford, Henry Hathaway, George Marshall, Richard Thorpe.
Otra película por episodios, estaba de moda. Cuatro grandes realizadores exponiendo el desarrollo del viejo oeste. El grueso de la narración es de Hathaway. Un interesante proyecto, irregular, pero convincente.
LA TABERNA DEL IRLANDÉS (1963), de John Ford.
El arte de la digresión. Fantástica comedia, costumbrista, vital y contagiosa, aventurera y entrañable. Puro Ford y puro Wayne.
EL GRAN COMBATE (1964), de John Ford.
John Ford daba sus últimos pasos en el cine, y lo hacía con joyas de este calibre, donde reivindicaba la figura de los nativos e indios americanos criticando a la caballería… Para que luego digan.
EL SOÑADOR REBELDE (1965), de Jack Cardiff y John Ford.
Correcto drama biográfico en la que es una de las últimas apariciones de Ford en la dirección.
SIETE MUJERES (1966), de John Ford.
Es la última película del gran maestro. Y es magistral. Sensacional reivindicación de la mujer, reflexión humanista y dramaturgia profunda. Una joya que suele olvidarse. No deberían.
No hay comentarios:
Publicar un comentario