ZEPPELIN ROCK: ROD STEWART - Blondes Have More Fun (1978): CRÍTICA Review

martes, 8 de junio de 2021

ROD STEWART - Blondes Have More Fun (1978): CRÍTICA Review

 


 por JLBM



En el momento en que la carrera en solitario de un vocalista comienza a tener más éxito que la de su grupo, lo habitual es que este último acabe disolviéndose. La publicación en 1971 de Every Picture Tells A Story, el tercer álbum en solitario de Rod Stewart, iba a iniciar el declive de los Faces. El álbum fue número uno en Estados Unidos y en Gran Bretaña, y a pesar de contar con la colaboración de sus compañeros de banda, el destino de los Faces parecía ya escrito. Le seguirían Never A Dull Moment en 1972 y el rechazado por la crítica Smiler en 1974, a pesar de lo cual la carrera de Stewart como solista de éxito era ya un hecho.



Rod Stewart firmaba por Warner Bros., así que Smiler se convertía en su último trabajo para Mercury Records. Por aquel entonces los Faces iban de la mano de su vocalista y firmaban también por su nueva compañía, pero el final del grupo se aproximaba, y tras la gira norteamericana de 1975 el propio Stewart anunciaba la disolución de una banda de la que ya habían salido Ronnie Lane en 1973 y Ron Wood en ese mismo 1975 camino de los Rolling Stones.

Atlantic Crossing en 1975 era el primer álbum de Stewart para Warner Bros. e incluía ya algunos de los cambios sonoros que iban a evidenciarse en el futuro. El productor Tom Dowd se haría cargo del sonido de Rod Stewart hasta ya bien entrada la década de los 80. En 1976 la publicación de A Night On The Town consolidaba a Stewart en Estados Unidos. Temas como "Sailing", un cover de los Sutherland Brothers, o "Tonight's The Night (Gonna Be Alright)" le convirtieron en una estrella bien tratada por las FMs.

El lanzamiento de Foot Loose & Fancy Free en 1977 suponía la formación de la nueva banda de Rod Stewart, una unión que se iba a consolidar en 1978 con la publicación de Blondes Have More Fun...Or Do They?, su noveno álbum de estudio en solitario y el que hoy nos ocupa.

Blondes Have More Fun siempre me ha parecido un disco muy interesante. No ha sido el mejor ni mucho menos de la carrera de Stewart, no es por supuesto uno de los mejores trabajos de su década y tampoco será recordado con amor por su legión de seguidores, pero cuando un álbum suscita tantas críticas contrarias como sucedió con Blondes Have More Fun, lo mínimo que se debe hacer es prestarle un poquito de atención, y si, el artefacto del señor Stewart merece y mucho la pena.




Se dice, se comenta, que Rod Stewart se vendió a la música disco. Solo un tema, el primero del álbum, podría llegar a ser considerado como música disco, del mismo modo que el "Miss You" de los Rolling Stones en el Some Girls de aquel mismo año podría ser considerado también. Y "Da Ya Think I'm Sexy" es un temazo de principio a fin independientemente del género en el que le encasillemos.

El amigo Stewart ya había recibido innumerables críticas por largarse de la amada Inglaterra para vivir en el sucio Los Angeles, así que las bofetadas no le eran desconocidas. Un título como el apropiado "Atlantic Crossing" de 1974 le había colocado definitivamente en el ojo del huracán, pero maldición, su aproximación a la música disco fue la gota que colmó el vaso, por supuesto el vaso de la estupidez de los estúpidos, unos estúpidos que no movieron un músculo con la ya mencionada "Miss You" de los Rolling Stones o con el "I Was Made For Lovin' You" de Kiss en 1979 o con el "Heart Of Glass" de Blondie también del 79. Efectivamente, a Rod Stewart le cayeron los palos por todos los lados, y aquello fue injusto. También es posible que al propio Stewart aquello le importase una mierda porque Blondes Have More Fun lleva vendidos a día de hoy más de 14 millones de discos.

En general Blondes Have More Fun es un álbum muy sólido de rock. La banda de Stewart ya se ha consolidado bajo su dirección, y sus miembros no son nuevos músicos ni advenedizos, más bien son gente con un prestigio ya bien ganado en el negocio. El bajo de Phil Chen, la batería de Carmine Appice y las guitarras de Jim Cregan, Gary Grainger y Billy Peek, se sumaban a la voz de Rod Stewart en este adictivo álbum. Además, incorporaciones como las de Nicky Hopkins, Tom Scott o Linda Lewis magnificaban aún más la envergadura del proyecto. 

Una vez más Tom Dowd se ponía al frente de la nave sonora de un disco de Stewart, y en esta ocasión lo borda, logrando un sonido absolutamente limpio en el que la importancia de cada uno de los instrumentos utilizados se destaca precisamente en los momentos en los que debe hacerlo. Dowd consigue seguramente en Blondes Have More Fun la consolidación de un sonido que se inició en aquel Atlantic Crossing. Escuchar Blondes Have More Fun en un equipo de calidad al volumen adecuado es una experiencia absolutamente recomendable y una de las mejores vías para comprender la producción de Dowd.




A pesar de lo que digan, "Da Ya Think I'm Sexy", el tema que abre el álbum, es un tema genial. Caliente, sexy, alegre, divertido y puede que hasta bailable. Una vez más Rod Stewart lo borda cuando de contar una historia, sea suya o no, se trata. Y "Dirty Weekend" es un pelotazo rockero de guitarras pegajosas en esa línea tan propia de Stewart. Dos minutos y medio de tralla.

El fino e irónico sentido del humor de Stewart, una constante a lo largo de todo el álbum, aflora en "Ain't Love A Bitch", un tema para ponernos en órbita y que da paso al más agradable vocalista en la balada "The Best Days Of My Life", antes de mostrar de nuevo esa ironía socarrona en un nuevo trallazo de rock como "Is That The Thanks I Get?", de estribillo completamente pegadizo.

Uno no sabe con cuántas tías a la vez salía Rod Stewart en los tiempos en los que Blondes Have More Fun fue grabado, pero temas como "Atractive Female Wanted", la propia "Blondes Have More Fun" o la jazzy y caribeña "Last Summer" podrían indicar que con más de tres, aunque esta última se centra más en el amor que en el sexo, una constante a lo largo del álbum. Más rock y diversión sin pretensiones para uno de esos discos que te ponen las pilas para todo el día una vez escuchados.

"Standing In The Shadows of Love", un cover del tema que los Four Tops habían inmortalizado para la Motown en 1966, da un toque memorable a un álbum que cierra con "Scarred And Scarred", un tema probablemente autobiográfico impregnado de dolor y de interesantísimos cambios rítmicos y melódicos.

La crítica maldijo el disco, los seguidores más puristas de Rod Stewart lo quemaron, y aquellos a los que gustó lo hicieron en silencio, pero no debe dar apuro, ni vergüenza, ni miedo, decir que Blondes Have More Fun es un fantástico disco que aún en 2013 mantiene intacta una frescura y unas ganas de cachondeo absolutamente recomendables.

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