Érase una vez en América.
por MrSambo (@Mrsambo92)
del blog CINEMELODIC
Magnífico año, francamente bueno y reseñable (sobre todo en lo comercial), eco de aquel excelente 82 referencial y paradigmático que marcaba la tendencia, el tono y el estilo en base a géneros que predominarían y trascenderían de esta década. Observen los títulos más conocidos, que son muchísimos, aunque no se consideren grandes películas, los títulos que más se recuerdan: Ciencia ficción (Terminator, 1984), Terror (Pesadilla en Elm Street), Acción (Superdetective en Hollywood), Aventuras (Indiana Jones, Tras el Corazón Verde), cine juvenil (Gremlins, Karate Kid), Fantasía (Dune, La Historia Interminable)… Un año de gran éxito comercial y referente de lo que fue esta década, tan citada en la actualidad.
Las mejores películas de 1984
(lo mejor del cine de ese año)
1984, de Michael Radford.
Año ideal para estrenar la adaptación del clásico de Orwell. Notable trabajo que retrata con acierto una de las distopías más influyentes y conocidas de la historia de la Ciencia Ficción, donde términos como Gran Hermano son ya de uso cotidiano. Feroz crítica a los totalitarismos. Queda lejos del libro, eso sí.
2010 ODISEA 2, de Peter Hyams.
Arriesgada secuela que tenía complicado seguir la estela del clásico de Kubrick, pero con la base de la novela de Clarke, Hyams hace un competente trabajo que, lejos de prejuicios, es más que respetable.
ADIÓS A LA INOCENCIA, de Richard Benjamin.
No es muy conocida esta película con un estupendo reparto (algunos descubrirán a Cage de otra forma), pero es realmente encantadora. Amores y amistad adolescentes y juveniles antes del cambio, antes de la guerra.
AMADEUS, de Milos Forman.
La película de mayor prestigio del año, al menos porque ganó el Oscar. De estructura clásica con dos antagonistas, Forman creó una oda a la genialidad y un retrato de la envidia que sigue vigente. Eso sí, no es la película más rigurosa históricamente hablando.
BAJO EL VOLCÁN, de John Huston.
Uno de los últimos trabajos de Huston, un retrato de la autodestrucción que se beneficia del gran trabajo de Albert Finney. Buena película sobre el alcoholismo y con Jacqueline Bisset.
BIRDY, de Alan Parker.
Un buen drama sobre la amistad, duro, metafórico y con estupendos trabajos de sus protagonistas, Matthew Modine y Nicolas Cage (si, de nuevo él, el denostado).
BROADWAY DANNY ROSE, de Woody Allen.
No es una de las grandes obras del genial autor, ni de las más mencionadas, pero es tremendamente divertida. Muy notable y digna de una filmografía sensacional, sobre todo en estas décadas (70, 80, 90).
CALLES DE FUEGO, de Walter Hill.
Película de culto con espléndida banda sonora, de esas rockeras que se disfrutaban en la época. Una especie de Western urbano y futurista que a algunos les espantará, pero que entusiasmó a una buena legión de fans. Habría que ver cómo ha envejecido.
CAMILA, de María Luisa Bemberg.
Notable drama romántico argentino basado en hechos reales y con Imanol Arias en uno de los papeles protagonistas. El amor entre una aristócrata y un sacerdote. Un drama emocionante que gustará a los amantes del amor en el cine.
CHICO CONOCE CHICA, de Leos Carax.
Primera cinta de Carax, que supone un sentido y original homenaje al cine, al mudo y a muchos de sus autores favoritos de épocas posteriores. No está mal para una Opera Prima.
COTTON CLUB, de Francis Ford Coppola.
Música, Jazz y mafia. La verdad es que no suena nada mal sabiendo que Coppola está detrás, sobre todo porque son temas muy destacados en su filmografía. Maravillosa recreación y retrato de aquellos años 20. Mereció mejor suerte y más reivindicación.
CUANDO EL RÍO CRECE, de Mark Rydell.
Un buen y emotivo drama rural de esencia muy americana con Mel Gibson y Sissy Spacek en los papeles protagonistas.
DARSE CUENTA, de Alejandro Doria.
Cinta argentina sobre la relación entre un enfermo en apariencia sin esperanza y su médico. Gran retrato de la sanidad pública y la vocación médica. Bella cinta.
DOBLE CUERPO, de Brian de Palma.
Me gusta mucho esta película de De Palma, su versión de “La Ventana Indiscreta”. Es efectista y a algunos no les gusta tanto como otras de las realizadas en los 80 por el director, pero es un gran título. Espectacular Melanie Griffith.
DUNE, de David Lynch.
Lynch en el mainstream… Y, por supuesto, esto no iba a significar renunciar a su particular estilo y obsesiones. La música de Toto y una mitología riquísima no lograron el beneplácito del público ni de la crítica, aunque la cosa fue cambiando con el tiempo hasta convertirla en película de culto. El montaje también la convirtió en una cosa distinta a la primeramente planteada.
EL ELEMENTO DEL CRIMEN, de Lars von Trier.
Una de las primeras cinta reseñables del cineasta danés. Un thriller surrealista no exento de interés aunque alejado de lo que sería su cine posteriormente.
EL MEJOR, de Barry Levinson.
Crepuscular drama sobre un veterano jugador de beisbol. Fue bastante bien recibida y cuenta con un magnífico reparto.
EL MUNDO DE BIMALA, de Sityajit Ray.
Ray adapta a Tagore en esta larga cinta sobre el progreso y la rebelión ante las tradiciones ancestrales. Obra interesante, como todas las de Ray, sin estar entre lo más excelso de su filmografía.
EL PICO 2, de Eloy de la Iglesia.
Tras el éxito de la anterior, tenemos continuación para este pequeño clásico del cine quinqui. Secuela que no desmerece a la original, por lo que si te gustó aquella…
ELÍGEME, de Alan Rudolph.
Una de las cintas más reputadas y conocidas de Rudolph. Cine independiente inteligente sobre relaciones, amores, experiencias y la noche…
EN COMPAÑÍA DE LOBOS, de Neil Jordan.
Cinta de culto con un estupendo tono de cuento para materializar un original artefacto de terror. Un acercamiento muy interesante a la mitología de los cuentos y los lobos… Con Angela Lansbury además, entre otros.
EN LA CUERDA FLOJA, de Richard Tuggle.
Aceptable thriller en la línea de los acometidos por Eastwood en la época. Duro, contundente, con una trama suficientemente atractiva. Entretenida.
EN UN LUGAR DEL CORAZÓN, de Robert Benton.
Sally Field ganó el Oscar por este trabajo, un drama rural de emponderamiento femenino y superación. Competente título y gran reparto acompañando a la actriz.
ENAMORARSE, de Ulu Grosbard.
La gran virtud está en el dúo protagonista, Robert De Niro y Meryl Streep, que da gran credibilidad y naturalidad, profundidad y autenticidad a este drama romántico no exento de humor.
ÉRASE UNA VEZ EN AMÉRICA, de Sergio Leone.
Iba a ser la tercera parte de una trilogía que llevaría los títulos en cada una de sus películas de “Once upon a time…”. La primera sería “Hasta que llegó su hora”, que en el original conservó el nombre, la segunda, la indigna “¡Agáchate, maldito!”, que perdió el nombre por el camino (iba a llamarse “Érase una vez la revolución“), y la que nos ocupa en último lugar, una trilogía sobre América y su evolución. La evolución de Sergio Leone es absolutamente genuina, en ningún otro director se aprecia con más claridad la evolución y depuración de un estilo película a película, mejorando la una a la inmediatamente anterior, un estilo cada vez más preciso, donde el ritmo cada vez se pausa más, es más detallista, elaborado, donde el tempo hipnótico se hace imprescindible y sello personal de su director, una paulatina depuración que alcanzó cotas sublimes. Luego, Amapola, un pastel y la mirada nos llevarán al clímax con varios momentos que son puros pedazos de vida.
EXTRAÑOS EN EL PARAÍSO, de Jim Jarmusch.
Una de las grandes cintas de este icono del cine indie americano. Con cuatro duros y un equipo de 11 personas (contando cuerpo técnico y artístico), Jarmusch logra una sensacional road movie fresca y auténtica. Muy recomendable.
FRANKENWEENIE, de Tim Burton.
Traigo el corto de Burton que luego le serviría para su largo de 2012. Una especie de entrañable parodia-homenaje, muy burtoniano, al mito de Frankenstein.
GREMLINS, de Joe Dante.
Un pequeño clásico de culto juvenil, comedia de terror con unos monstruitos y una mitología que están ya en el imaginario colectivo. Clásico producto de esta década.
HISTORIA DE UN SOLDADO, de Norman Jewison.
Buena drama que reflexiona sobre el racismo en el ámbito militar. Una más que aceptable título de Jewison.
INDIANA JONES Y EL TEMPLO MALDITO, de Steven Spielberg.
Más oscura y claustrofóbica, algo inferior a las otras dos de la primera trilogía, pero excelente igualmente en todo. La puesta en escena, la imaginación, las coreografías de acción… Sublime Spielberg regalándonos uno de los mejores personajes y héroes de la historia del cine.
KARATE KID, de John G. Avildsen.
Otro clásico de esta década. No es nada del otro mundo, pero una generación entera terminó dando y puliendo cera. Mentor y alumno y una gran forma de rebelarse contra el acoso escolar…
LA HISTORIA INTERMINABLE, de Wolfgang Petersen.
La famosa adaptación, otro tremendo éxito, del libro de Michael Ende. Otro clásico de este año y del género fantástico y juvenil. Lo sé, sé que estáis tarareando su tema principal.
LAS BICICLETAS SON PARA EL VERANO, de Jaime Chávarri.
El impacto de la Guerra Civil española en la sociedad madrileña, en la inocencia. Buena adaptación del clásico de Fernán-Gómez.
LAS NOCHES DE LA LUNA LLENA, de Éric Rohmer.
Otra de las “comedias y proverbios” de Rohmer, la cuarta. Más de relaciones, compromisos y pérdidas. Puro cine del director francés.
LOS CAZAFANTASMAS, de Ivan Reitman.
Un auténtico pelotazo que reventó las taquillas. Otro clásico de la época. No es una gran cinta, pero sus ingredientes funcionan a la perfección gracias al atractivo tema como a su humor, sustentado en magníficos actores.
LOS GRITOS DEL SILENCIO, de Roland Joffé.
La escalofriante Guerra Civil en Camboya desde el prisma periodístico y familiar. El horror retratado con precisión, dureza, realismo y sensibilidad por Joffé en la que es, posiblemente, su mejor película.
LOS SANTOS INOCENTES, de Mario Camus.
La España rural y profunda durante el franquismo que describió Delibes, es llevada a la pantalla con acierto por Camus, dejando además dos interpretaciones antológicas para la historia de nuestro cine, la de Francisco Rabal y la de Alfredo Landa (ganadores en Cannes).
LOVE STREAMS (CORRIENTES DE AMOR), de John Cassavetes.
No es de las más conocidas del gran referente del cine independiente norteamericano, pero resulta una excelente película que habla de las relaciones y los sentimientos más hondos. Con Gena Rowlands y el propio Cassavetes como protagonistas.
MOTÍN A BORDO, de Roger Donaldson.
Espectacular reparto para esta cinta de aventuras marinas sobre la historia de la Bounty, la fragata de la armada británica que tantos buenos títulos ha dado.
NAUSICAÄ DEL VALLE DEL VIENTO, de Hayao Miyazaki.
Muy valorada, como todo lo de Miyazaki, pero es de lo que menos me convence de su autor, a pesar de ese gran universo que muestra. Tiene un guión algo torpe.
NON CI RESTA CHE PIANGERE (SÓLO QUEDA LLORAR), de Roberto Benigni y Masismo Troisi.
Comedia y viajes en el tiempo con estos dos grandes humoristas italianos. Se saca un partido muy divertido a la propuesta.
PARÍS, TEXAS, de Wim Wenders.
Majestuosa e intimista obra de Wenders. De lo mejor de su filmografía. Un indiscutible clásico. Una película de culto, profunda, honesta, emotiva… de los mejores títulos de esta década.
PASAJE A LA INDIA, de David Lean.
El último film de David Lean. Adaptando a E. M. Forster, la película vuelve a regalarnos al Lean más épico, con una capacidad y belleza visual indiscutible.
PESADILLA EN ELM STREET, de Wes Craven.
Un clásico del cine de terror y el slasher de los 80. Con un toque metafísico en su concepción, muy de Craven, la película convirtió al bueno de Freddy Kruegger en un icono. Tiene interminables secuelas. Aquí debutó Johnny Depp.
¿QUÉ HE HECHO YO PARA MERECER ESTO?, de Pedro Almodóvar.
El esperpento según Almodóvar. El director manchego se adentra con un humor negro marca de la casa en esta su primera época en la cotidianeidad de una familia de clase humilde. Se aprecia su pasión y lucidez en el retrato del mundo femenino. Divertida, enérgica y algo más depurada que las anteriores.
SANGRE FÁCIL, de Joel Coen.
El debut de los hermanos Coen, grandes referentes del cine en los años 90 y siguientes. Recogen la esencia del Cine Negro clásico (son grandes valedores del cine de género y, en especial, de los clásicos) para describir con soltura y frescura una típica historia de James M. Cain sin usar ningún libro suyo.
STARMAN, EL HOMBRE DE LAS ESTRELLAS, de John Carpenter.
Película entrañable con bondadoso extraterrestre que incluso dio para una serie. Es una cinta que en cierta medida se aleja del estilo Carpenter, más dado al terror.
SUPERDETECTIVE EN HOLLYWOOD, de Martin Brest.
Otro pelotazo ochentero, este englobado en la comedia de acción, que llevó al bueno de Eddie Murphy al estrellato. Con un toque buddy movie, la película fue un rotundo éxito que tuvo secuelas. Su éxito en taquilla fue sencillamente brutal.
TASIO, de Motxo Armendariz.
Otra española ambientada en la vida rural, en esta ocasión en la sierra de Navarra. Un bello alegato a la vida en libertad, en la naturaleza. Una película de gran sensibilidad.
TERMINATOR, de James Cameron.
Otro de los grandes clásicos de la década que tiene este sensacional año. Cameron revolucionó el cine con esta cinta de Ciencia Ficción y viajes en el tiempo que realizó con cuatro duros, pero millones de kilos de imaginación. Otro personaje icónico, un villano realmente aterrador.
THIS IS SPINAL TAP, de Rob Reiner.
Una película que lo es todo. Título de culto, comedia musical, falso documental… Original propuesta de Reiner que finge un documental sobre la banda de Rock más ruidosa del mundo. Esencial para los melómanos rockeros.
THREADS, de Mick Jackson.
En clave de falso documental, un hipotético ataque nuclear y sus consecuencias narrado con poderío. Es una cinta para la televisión producida por la BBC. Muy interesante.
TOP SECRET!, de Jim Abrahams, David Zucker y Jerry Zucker.
Uno de los grandes clásicos de la parodia. Aunque no era tan valorada en su día como otras por la crítica, poco a poco se convirtió en un titulo de culto, ahora respetadísimo. Fue un gran éxito además.
TRAS EL CORAZÓN VERDE, de Robert Zemeckis.
Zemeckis siguiendo los pasos de su maestro Spielberg. Cinta de aventuras exóticas donde el director demuestra su enorme talento para la puesta en escena y la originalidad en las coreografías. Un entretenidísimo film que integra acción y comedia.
TRAS EL ENSAYO, de Ingmar Bergman.
Telefilm donde el director sueco aborda muchas de sus obsesiones. La creación artística, los recuerdos, el pasado, la neurosis, las relaciones…
UN DOMINGO EN EL CAMPO, de Bertrand Tavernier.
Hermosa y bella película de Tavernier. Un viudo padre y pintor a principios del siglo XX que espera ansioso los domingos, que es cuando sus hijos van a visitarle para charlar…
VIAJE A CITERA, de Theodoros Angelopoulos.
Refugiados, idealismos pasados, el tiempo. Un buen título de Angelopoulos, reflexivo y cuidado, en su línea.
He alucinado con la cantidad de clásicos que tiene este año,joder,si estan casi todos los buenos que hicieron historia en los 80
ResponderEliminarUn año tremendo y clave en la década, ciertamente.
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