Apocalypse now.
por MrSambo (@Mrsambo92)
del blog CINEMELODIC
En el último año de los 70, a las puertas de los 80, la considerada peor década de la historia del cine (hasta la llegada del año 2000), del auge y explosión del cine de evasión y entretenimiento, de la industria de los efectos especiales y el puro espectáculo, tenemos un buen nivel medio, aunque no excepcional, si bien nos entrega varias obras maestras indiscutibles, referentes absolutos de sus géneros (Terror, Ciencia Ficción, Musical, Bélico). El cine de denuncia aún da coletazos, pero los grandes títulos son de género, con reflexiones mucho más universales y ricas. En la próxima entrega hablaremos un poco de lo que fueron los 80.
La vida de Brian.
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Las mejores películas de 1979
(las mejores películas de ese año)
ALIEN, EL OCTAVO PASAJERO, de Ridley Scott.
Una de las grandes películas de terror y Ciencia Ficción de todos los tiempos, de las más influyentes, no sólo en lo que a trama con monstruo se refiere, sino en la estética, ese neoexpresionismo que Scott, como también Spielberg, generaron y desarrollaron. Una obra maestra imitadísima pero nunca igualada.
ALL THAT JAZZ (EMPIEZA EL ESPECTÁCULO), de Bob Fosse.
Un oscuro musical, que no se recrea en las luces, la alegría y las chispeantes burbujas, sino en el lado difícil, duro y poco complaciente del mundo del espectáculo. Musical dramático que muestra el otro lado, el del sufrimiento, la decepción, las resignaciones y las renuncias…
AMANECER ZULÚ, de Douglas Hickox.
Es la precuela de Zulú (Cy Endfield, 1964), retratando las batallas entre los ingleses y los zulúes antes de Isandhlawana. Un buen título histórico y bélico sobre la rebelión de los nativos ante la invasión británica.
APOCALYPSE NOW, de Francis Ford Coppola.
Una de las grandes obras maestras del cine bélico, o más bien, sobre la guerra y su infierno. Insuperable obra maestra del maestro Coppola, esta adaptación de “El corazón de las tinieblas” de Conrad es una genialidad alegórica, reflexiva y dramática, con un rodaje que fue una epopeya en sí mismo, que casi cuesta la vida y la salud a sus principales responsables y del que se rodó, incluso, un estupendo documental.
ARREBATO, de Iván Zulueta.
Estamos ante una de las películas más sui géneris, realizada por uno de los directores más peculiares, de nuestro cine. Una película de culto, sugerente, perturbadora, seductora, que se aleja de cualquier otra obra realizada en nuestro país. El cine como vampiro. Una joya.
ASESINATO POR DECRETO, de Bob Clark.
El director de “Porky’s” nos regalara esta estupenda intriga con toques de terror con un Holmes que persigue al sanguinario Jack “el Destripador”. Un apreciable entretenimiento que seguro disfrutarán los fans del género y de tan célebres personajes (siempre que no nos pongamos puretas).
BIENVENIDO MR. CHANCE, de Hal Ashby.
Entrañable comedia que tiene algo de sátira política también. Me parece una especie de antecedente de “Forrest Gump” (Robert Zemeckis, 1994). Una recomendable pequeña joya con un excelente Peter Sellers.
CAMPEÓN, de Franco Zeffirelli.
Una de las cintas más sensibleras de la historia. Hizo correr mares de lágrimas en todo el mundo y dio fama de blandito a Zeffirelli. En todo caso es complicado no emocionarse con la historia de este boxeador y su hijo… aunque sea retorciendo las emociones vilmente y sin ser una gran película. Es un remake de “El Campeón” (King Vidor, 1931), que también era sensiblera.
CONSEJO DE GUERRA, de Bruce Beresford.
Buen drama judicial de Beresford, en uno de sus primeros trabajos. Una vez más los chivos expiatorios, el sistema protector de los más fuertes, la guerra como impulso para los más bajos instintos…
CRISTO SE PARÓ EN EBOLI, de Francesco Rosi.
Descripción y disección de los totalitarismos, en este caso fascistas, desde una mirada entrañable, sentimental incluso. Bonito retrato desde el sur de Italia.
CROMOSOMA 3, de David Cronenberg.
Una de las primeras joyas de Cronenberg, de las que más me gustaron en su primera época. Truculenta, sórdida, pero dando un paso más allá del puro mecanismo gore, adentrándose en reflexiones más interesantes que definirían al director posteriormente. Una película que implica un punto de inflexión en su obra.
DON GIOVANNI, de Joseph Losey.
Magnífica adaptación de la ópera de Mozart realizada por un director realmente notable e interesante.
EL AFICIONADO (AMATOR), de Krzysztof Kieslowski.
Otra particular película con el cine como mecanismo de evolución y conflicto personal, vampirizando la vida de una persona. Una visión distinta a la de “Arrebato”, pero también con puntos en común.
EL AMOR EN FUGA, de François Truffaut.
La mujer, las relaciones de pareja, el estudio exhaustivo de personajes y sus vínculos. Otro notable trabajo del director francés.
EL CORCEL NEGRO, de Carroll Ballard.
Encantadora cinta infantil, que recuerdo con agrado de la infancia. La relación entre un niño y un caballo supervivientes a un naufragio.
EL CUENTO DE LOS CUENTOS, de Yuriy Norshteyn.
Es un mediometraje de animación de muchísimo prestigio y reputación, valoradísimo, si bien su narrativa es surrealista. Varias historias entrecruzándose en Stop Motion. Muy recomendable para los cinéfilos más exigentes y curiosos.
EL HIJO SECRETO, de Philippe Garrel.
Otro trabajo metacinematográfico donde se tratan temas como el amor y el desamor bajo el barniz de las drogas. Es un film muy interesante, de director, con múltiples recursos de estilo de esos que pueden alejar al público medio, bien es cierto.
EL MATRIMONIO DE MARIA BRAUN, de Rainer Werner Fassbinder.
La supervivencia y la guerra como destructora de vidas. Un poderoso y fascinante retrato femenino de Fassbinder.
EL RELEVO, de Peter Yates.
Fue un inesperado éxito. Una de ciclismo, deporte no muy tocado. De los mejores ejemplos que ha dado el cine sobre el mismo, y eso sin ser ninguna obra de arte. Agradable y reivindicable trabajo, quizá ahora olvidado, de feliz reflexión.
EL SÍNDROME DE CHINA, de James Bridges.
Una buena intriga sobre catástrofes nucleares, de eficaz dirección y estupendas interpretaciones. Olvidada, pero más que apreciable. Merece recordarse y reivindicarse también.
EL TRIGO ESTÁ VERDE, de George Cukor.
Remake de una cinta protagonizada por Bette Davis en 1945 basada en la obra de Emlyn Williams, que trata la problemática de la explotación y la escolarización infantil. Fue la penúltima película de Cukor.
ENCUENTROS CON HOMBRES NOTABLES, de Peter Brook.
Notable retrato biográfico de G. I. Gurdjieff, sus viajes, la música, sus descubrimientos y experiencias…
ENSAYO DE ORQUESTA, de Federico Fellini.
En clave de fábula y falso documental, Fellini hace un retrato de la política italiana de la época. No es de sus obras más conocidas y reputadas, pero resulta interesante.
FUGA DE ALCATRAZ, de Don Siegel.
Soberbio drama carcelario con el retrato de la evasión de la prisión inexpugnable. Descripción y disección minuciosa y precisa que capta la atención del espectador con su magnífica narrativa y no la suelta en ningún momento. Otro ejemplar trabajo de Siegel y Clint Easwood.
HARDCORE, UN MUNDO OCULTO, de Paul Schrader.
Descenso a los infiernos del mundo del porno y la explotación juvenil de la mano de un padre que busca a su hija secuestrada. Duro retrato donde Schrader muestra sus inquietudes y características obsesiones con un gran George C. Scott.
I… COMO ÍCARO, de Henri Verneuill.
Basada en el asesinato de JFK y su posterior investigación, tenemos un ejemplar thriller lúcido y clarividente que es un documento más que recomendable para informarse sobre el suceso. Gran película.
JUSTICIA PARA TODOS, de Norman Jewison.
Correcto drama judicial donde destaca el inconmensurable Al Pacino, que en aquellos años estaba a un nivel excelso.
KRAMER CONTRA KRAMER, de Robert Benton.
La separación y las consecuencias para los hijos. Un gran retrato de la paternidad muy bien dirigido y magistralmente interpretado por Dustin Hoffman y Meryl Streep.
LA CIUDAD DE LAS MUJERES, de Federico Fellini.
Entre el drama y la comedia, una obra de Fellini que resulta de plena actualidad con el auge del feminismo y esta historia de un seductor que encaja mal en los nuevos tiempos.
LA LUNA, de Bernardo Bertolucci.
Bertollucci, provocador y personal, realiza este drama sobre la enfermiza y compleja relación entre una madre y un hijo, dando rienda suelta a muchas de sus constantes.
LA VIDA DE BRIAN, de Terry Jones.
Seguramente la película de los Monty Python más famosa y exitosa. Ejemplar parodia del cine bíblico con momentos hilarantes y de una comicidad tan vigente como el primer día. ¿Quién no ha visto u oído referencias a la escena sobre “lo que nos han dado los romanos?
LAS SEÑORITAS DE WILKO, de Andrzej Wajda.
El pasado que vuelve y nunca es igual. Un hombre enfrentado a sus mujeres y a la desilusión de unas vidas que no fueron lo que se esperaba.
LAS VERDES PRADERAS, de José Luis Garci.
Comedia dramática de Garci donde destaca, como de costumbre, un soberbio Alfredo Landa. La insatisfacción vital en la vida moderna, los sueños y objetivos que se nos aparecen absurdos en nuestra carrera hacia el éxito…
LOS AMOS DE LA NOCHE (THE WARRIORS), de Walter Hill.
Un clásico del cine de pandillas callejeras, y un referente. Un retrato contundente y violento, enfermizo y donde todo resulta tenso y amenazante. Una cinta que no deja indiferente.
LOS PASAJEROS DEL TIEMPO, Nicholas Meyer.
Holmes persiguiendo a Jack “el Destripador”. No, no es “Asesinato por decreto”, comentada más arriba. Es una divertida cinta de ciencia ficción donde ambos personajes viajan al futuro en una persecución alocada. Simpático entretenimiento.
MAD MAX, SALVAJES DE LA AUTOPISTA, de George Miller.
Tremendo éxito que lanzó a Mel Gisbon al estrellato. De grandes virtudes y evidentes defectos, su violencia seca y salvaje y su imprevisibilidad conquistó al público e inició una saga que ha tenido mejores capítulos que este inicial, vertebrado en set pieces en una narrativa titubeante.
MANHATTAN, de Woody Allen.
Obra maestra de Allen, que ya las encadenaba casi anualmente. Inolvidable blanco y negro y película de absoluta madurez, donde genio derrama toda su gama de obsesiones y temas.
NORMA RAE, de Martin Ritt.
Ritt y su cine social, en este caso con el empoderamiento femenino como protagonista. Una Sally Field reivindicativa que se da a valer una vez su marido fallece, participando en la lucha laboral y sindical.
OPERACIÓN OGRO, de Gillo Pontecorvo.
Thriller sobre el atentado perpetrado por ETA al presidente del gobierno Carrero Blanco. Una cinta con buen pulso y minuciosa en su exposición.
QUADROPHENIA, de Franc Roddam.
Retrato de culto de las pandillas moteras, los mods, los rockers, su competencia y estilo de vida lleno de ruido, locura, drogas y desfase.
ROCKY II, de Sylvester Stallone.
Esperada continuación que básicamente se realizó para seguir acrecentando la taquilla. Desnaturaliza la original, esa reflexión y oda del perdedor, para sacar partido al espectáculo y su entrañable protagonista, que se convierte ya en campeón incontestable, con más combates. Un Stallone que aquí se encarga de todo.
SERIE NEGRA, de Alain Corneau.
Buena adaptación de la novela de Jim Thompson. Un Noir clásico en cuanto a la temática, donde la fatalidad lleva al crimen en un sórdido ambiente.
STALKER, de Andrei Tarkovski.
Obra maestra de Tarkowski y de la Ciencia Ficción como género. Filosóficamente compleja, metafórica y alegórica, el fascinante ritmo y la intrigante trama elevan su categoría artística tanto como la incomprensión del público medio, que con seguridad la tachará a menudo de “aburrida”, nuevo mantra.
STAR TREK. LA PELÍCULA, de Robert Wise.
La película que pedía a gritos la mítica serie. De ritmo pausado y humanismo conceptual, se ensimisma en su estética y planteamiento, pero completa un buen título con unos fenomenales efectos especiales.
UN PEQUEÑO ROMANCE, de George Roy Hill.
Encantadora cinta romántica, con toques de drama y comedia, que remite a “Romeo y Julieta”, pero que seduce sin lugar a dudas, sobre todo si te gusta el género.
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