by King Piltrafilla (@KingPiltrafilla)
Life Blood (Life Blood (Murder World) (Pearblossom) originalmente) es una película de serie B que flirtea con la sexploitation, el gore y el cine de vampiros sin decantarse en profundidad por ninguno de esos géneros. La historia que la película nos cuenta comienza con Rhea y Brooke, dos jovenes amigas lesbianas que están en una fiesta de fin de año en 1968. En el coche, dos horas después de haber abandonado la casa, Brooke casi no ha abierto boca. Está angustiada por algo que ha hecho y que finalmente confiesa a su amiga. Ciertamente es algo terrible por lo que entre eso y el atropello de una zarigüeya, Rhea pierde los nervios y le pide a Brooke que detenga el coche.
Entonces, tiene lugar un extraño suceso. Una fuerza sobrenatural ataca a Brooke y la deja sin sentido. Y Dios, personificado en la modelo de Victoria’s Secret Angela Lindvall, se presenta ante Rhea y le dice que tras tener una vida pura y honesta ahora es la “escogida” para convertirse en ángel y aspirar a la vida eterna. Para ello deberá limpiar el alma de Brooke y eliminar a los malvados de la Tierra. La pareja queda sumida en un letargo en medio del bosque, dentro de una especie de capullos y despierta en 2008. Pero cuando lo hacen descubren que ya no son las de antes, sus cuerpos han cambiado: las dos amigas son ahora vampiros que deben huír de la luz del sol. Y mientras Rhea intenta seguir los dictados del Creador y combatir el mal, Brooke utiliza su inmenso poder sin escrúpulo alguno para alimentarse y sentirse satisfecha no dudando en asesinar a quien se cruza en su camino. Las muertes no tardarán en alertar a las autoridades.
Piltrafillas, ¿qué puedo decir?, Pearblossom es una simpática bazofia en la que lo único que vale la pena son los ojazos de la australiana Sophie Monk y sus pechos marcándose bajo una camiseta de tirantes. El resto es totalmente prescindible. Para muestra, el Especial de Nochevieja que el sheriff está viendo por televisión, con una granjera en biquini diciendo que se ha enterado de que a los gatos les gustan los gallos y como ella tiene un gato, va a salir al cobertizo a buscar un gallo y a frotarlo con su gato. Claro que para ello utiliza las palabras cock y pussy, por lo que los que sepáis inglés ya os habréis enterado del estúpido juego de palabras. Este, amiguitos, es el nivel intelectual en el que se mueve la cinta. Incluso tenemos a un ayudante del sheriff enano. Con todos los respetos, piltrafillas, pero ¿es que no hacen pruebas de selección a los agentes de la ley? En definitiva, únicamente recomendable –y con muchas reservas- para ver como preámbulo de alguna película que sí merezca vuestra atención mientras os tomáis una cervecita, ...o dos.
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