Con faldas y a lo loco.
por MrSambo (@Mrsambo92)
del blog CINEMELODIC
Pues con este año cerramos la época dorada del cine, la del Cine Clásico en todo su esplendor, y lo hacemos con el que seguramente sea uno de los mejores años de la historia del cine. Entre los 3 o los 5 mejores años de todos los tiempos. A partir de aquí se abre una etapa de transición hacia el cine moderno, donde aún se mantienen la esencias clásicas, pero conviviendo con nuevos movimientos que ya han ido mostrando sus intenciones y primeros pasos en contestación al clasicismo. Algunos de los mejores directores de todos los tiempos (Wilder, Wyler, Hitchcock, Hawks, Ford, Preminger) entregan este año algunas de sus obras maestras más recordadas, eternas y esenciales, pero luego, en cinematografías tan diversas como la alemana, la japonesa o la rusa, nos llegan auténticos clásicos y obras maestras incontestables, algunas muy conocidas, otras ocultas, pero memorables y ante las que he querido poner el foco para todos los grandes cinéfilos que se pasan por aquí.
Anatomía de un asesinato.
Las mejores películas de 1959
(lo mejor del cine de tal año)
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ANATOMÍA DE UN ASESINATO, de Otto Preminger.
Obra maestra. Una de las grandes cintas de investigación y juicios, trasgresora y pionera, como gustaba a Preminger, sobre todo en el lenguaje en esta ocasión. James Stewart dando otra clase magistral, no en balde es el actor con mejor filmografía de la historia. Imprescindible.
APUESTAS CONTRA EL MAÑANA, de Robert Wise.
Estupendo título Noir de Wise que mezcla muchos y buenos ingredientes. Una de atracos, robos y crímenes no muy conocida con un extraordinario director al frente, maestro además de la serie B.
BEN-HUR, de William Wyler.
Obra maestra de Wyler, uno de los trabajos más recordados del magistral director… que ya es decir. La carrera de cuadrigas es historia del Séptimo Arte, una secuencia antológica de la que aún hoy me preguntó cómo se rodaron ciertas partes. La película más nominada y oscarizada, referente del cine de aventuras. Una de las grandes películas de la historia. Charlton Heston está inconmensurable.
BUENOS DÍAS, de Yasujiro Ozu.
Otra genialidad de Ozu. Su mirada a la infancia y a las relaciones de un vecindario japonés en los 50, desde la completa sencillez y depuración, dejan anonadado.
CABALGAR EN SOLITARIO, de Budd Boetticher.
Un Western de serie B de Boetticher con Randolph Scott al frente. Si eres fan del género no lo dudes, porque es desconocido y merece mucho la pena.
CON FALDAS Y A LO LOCO, de Billy Wilder.
La mejor comedia jamás realizada... No se lo voy a negar a nadie, en mi blog salió ganadora en la encuesta… Jack Lemmon, Tony Curtis, Marilyn Monroe, el ingenio sin fin de Wilder, parodia de géneros, enredos sexuales y toda la gama de recursos cómicos sublimados. ¡Viva el arte de la mentira y el engaño! Siempre que sea para la conquista amorosa, como postula Wilder. Porque ya saben, “Nadie es perfecto”. Otra obra maestra.
CONFIDENCIAS DE MEDIANOCHE, de Michael Gordon.
La pareja Rock Hudson-Doris Day fue mítica, sus comedias románticas tuvieron un éxito tremebundo. Esta que aquí traigo es la primera y, posiblemente, la más conocida.
CON LA MUERTE EN LOS TALONES, de Alfred Hitchcock.
No sólo es una de las mejores películas de la historia, sino que, sin lugar a dudas, es la más entretenida. Todo el universo hitchcockiano sublimado. Acción, aventura, humor, suspense, discurso soterrado, absurdo… y el héroe hitchcockiano por antonomasia: Cary Grant. Envidio a quien no la haya visto aún. La película que recomendaría a cualquiera para que se aficionase al Cine Clásico… y al Cine sin apellidos.
CRIMEN AL ATARDECER, de Basil Dearden.
Entretenida película de crimen e investigación detectivesca que toca con acierto el tema del racismo. Otro título oculto que merece reconocimiento.
DE REPENTE, EL ÚLTIMO VERANO, de Joseph. L. Mankiewicz.
Otro magistral drama sureño de Tennessee Williams llevado con maestría al cine. En esta ocasión por Mankiewicz. Es sencillamente tremenda, con unas interpretaciones majestuosas de Clift, Hepburn y Taylor.
EL ÁRBOL DEL AHORCADO, de Delmer Daves.
Otro magnífico Western de Daves, un director realmente notable, con Gary Cooper al frente del reparto. Es un clásico absoluto del género. Dicho queda.
EL BAILE, de Edgar Neville.
Siempre son interesantes las cintas de Edgar Neville, uno de nuestros grandes cineastas. Aquí tenemos una comedia dramática de aroma teatral pero estupenda narrativa que cumple con creces.
EL DESTINO DE UN HOMBRE, de Sergei Bondarchuk.
Gran película rusa ambientada en la 2ª Guerra Mundial. Un retrato humanista en medio del horror. Gran cine se hizo en Rusia estos años, en especial este.
EL DÍA DE LOS FORAGIDOS, de André De Toth.
Una de las mejores películas de André De Toth, una gran Western que merece todo elogio y que recomiendo encarecidamente a los amantes del género. Otro título lamentablemente olvidado.
EL DIARIO DE ANA FRANK, de George Stevens.
Stevens adapta el mítico documento con acierto y sensibilidad (recogiendo una obra teatral sobre el mismo). Un buen trabajo, una estupenda película.
EL DISCÍPULO DEL DIABLO, de Guy Hamilton y Alexander Mackendrick.
Espectacular reparto (Burt Lancaster, Kirk Douglas, Laurence Olivier) para esta cinta de deslavazada narrativa que entretiene y cumple con su cometido.
EL GENERAL DE LA ROVERE, de Roberto Rossellini.
Una de las últimas grandes películas que el gran Roberto Rossellini regaló al cine. Una cinta que mezcla perfectamente su gusto por la ficción con su gusto por el neorrealismo, estilo del que fue principal precursor y exponente. Una obra extraordinaria. De obligado visionado.
EL HOMBRE DE LAS PISTOLAS DE ORO, de Edward Dmytryk.
Uno de los grandes títulos de Dmytryk, un Western clásico con grandes secuencias, magníficas interpretaciones de un excelente reparto y una dirección en estado de gracia.
EL KIMONO ROJO, de Samuel Fuller.
Fuller con otro de sus thrillers mezclando intriga, acción y drama. Un título que gustará a los fans del director, ya que ofrece todo su arsenal.
EL MUNDO DE APU, de Satyajit Ray.
Obra maestra para concluir la “Trilogía de Apu”. La madurez del protagonista. Una de las mejores trilogías de la historia.
EL PERRO DE BASKERVILLE, de Terence Fisher.
Una de las más conocidas adaptaciones de las aventuras de Holmes. Corre a cargo de Terence Fisher, que dominaba los resortes de la intriga y el terror a la perfección.
EL PISITO, de Marco Ferreri e Isidoro M. Ferry.
Obra maestra de nuestro cine. Excelsa comedia negra que no debería perderse nadie. Qué grande era José Luis López Vázquez.
EL PUENTE, de Bernhard Wicki.
Soberbia cinta bélica alemana ambientada en la 2ª Guerra Mundial. Su retrato de la adolescencia y su manipulación ideológica es implacable. Quizá no hayáis oído hablar de ella, pero está recomendadísima.
EL TESTAMENTO DE ORFEO, de Jean Cocteau.
Cine experimental por ese artista multidisciplinar que fue Cocteau. Ojo, no es para todos los públicos.
EL TIGRE DE ESNAPUR, de Fritz Lang.
Una de aventuras de Lang, un auténtico clásico exótico y fascinante. Puro serial. Imprescindible, como todo Lang. Tuvo una segunda parte, “La Tumba India”, que también es de este año.
EL ÚLTIMO TREN DE GUN HILL, de John Sturges.
Otro gran Western, este a cargo de Sturges, donde se vuelve a tocar el tema del racismo. Una historia de venganza perfectamente narrada para firmar otro clásico del género.
ESTA TIERRA ES MÍA, de Henry King.
Un clásico drama romántico con buena pareja protagonista (Rock Hudson y Jean Simmons) que da justo lo que promete. No defrauda.
HIROSHIMA, MON AMOUR, de Alain Resnais.
HISTORIA DE UNA MONJA, de Fred Zinnemann.
Maravilloso retrato, profundo y sensible, de Zinnemann con el apoyo de la impecable interpretación de Audrey Hepburn. Un drama psicológico de enjundia, matizado y complejo, describiendo un personaje y todo lo que simboliza, absolutamente ejemplar.
IMITACIÓN A LA VIDA, de Douglas Sirk.
Cumbre del melodrama que, como no podía ser de otra manera, es obra de Douglas Sirk. Es un remake y una nueva adaptación de la novela de Fannie Hurst, pero, sobre todo, una obra maestra.
IMPULSO CRIMINAL, de Richard Fleischer.
Una de las mejores, aunque no de las más conocidas, obras de Fleischer. Una intriga judicial con un portentoso Orson Welles y dos psicópatas con ínfulas y concepciones nietzscheanas mal interpretadas. Muy recomendada.
LA BALADA DEL SOLDADO, de Grigori Chukhrai.
Bellísima película esta que llegaba de Rusia. Una película hermosa, humana y magníficamente realizada que cala hondo porque logra conmover y convencernos de que por un simple gesto de cariño, por un abrazo, merece la pena la vida, la lucha, ante cualquier riesgo, cualquier guerra, porque quizá mañana podemos no tenerlos más.
LA BELLA DURMIENTE, de Clyde Geronimi.
Clásico Disney que quizá no sea tan recordado por sus imágenes como otros de aquella época, pero que tiene el mismo encanto.
LA CARTA QUE NUNCA FUE ENVIADA, de Mikhail Kalatozov.
Otro gran título ruso de este año, obra de Kalatozov, al que ya traje con esa genialidad que es “Cuando Pasan las Cigüeñas”. Una cinta que técnicamente es soberbia, además.
LA CIUDAD FRENTE A MÍ, de Vincent Sherman.
Un buen drama protagonizado por Paul Newman, en un título menos conocido de su filmografía, pero que está bien recuperar.
LA CLAVE DEL ENIGMAN, de Joseph Losey.
Otra gran intriga de Losey, que siempre esconde su subtexto social e intenciones soterradas. Un particular Noir británico más que recomendable.
LA CONDICIÓN HUMANA (Partes I y II), de Masaki Kobayashi.
Las dos primeras partes de una de las grandes trilogías de la historia. Claro, al ser japonesa es menos conocida. Una obra total, tan majestuosa como íntima, compleja y completa, de larguísima duración, pero irrenunciable. Se estrenaron en este 1959 las dos primeras partes, la última llegó en 1961.
LA GRAN GUERRA, de Mario Monicelli.
Una comedia con la Gran Guerra y sus trincheras de fondo. Monicelli mezcla a la perfección los tonos en un título que creó mucha polémica en su día. Muy recomendada. Me ha dado por pensar que Monicelli podría ser algo así como el Berlanga italiano, o viceversa.
LA HIERBA ERRANTE, de Yasujiro Ozu.
Ozu hace un remake de su propio título de 1934 con toda su delicada depuración y exquisita sensibilidad. Una obra maestra.
LA HORA FINAL, de Stanley Kramer.
Interesante, inquietante, asfixiante y entretenida ficción antinuclear con las posibles consecuencias de un holocausto, tema que dio para varias estupendas películas en esta época. Gran reparto con Gregory Peck, Ava Gardner y Fred Astaire.
LA TUMBA INDIA, de Fritz Lang.
La segunda parte de las exóticas aventuras dirigidas por Lang que mantienen el nivel de la anterior. Para verlas juntas.
LOS CHICOS, de Marco Ferreri.
Ferreri reflexiona y muestra a la juventud de aquella época con bastante acierto. Un documento más que interesante para conocerla y examinar el paso de los tiempos.
LOS CUATROCIEINTOS GOLPES, de François Truffaut.
Obra maestra de Truffaut, icono de la Nouvelle Vague y magistral retrato de la adolescencia… la dura adolescencia. Un clásico imperecedero.
LOS PRIMOS, de Claude Chabrol.
Otro título que se puede inscribir en la incipiente Nouvelle Vague. Un drama con sus elementos de suspense, que Chabrol manejaba con maestría.
MISIÓN DE AUDACES, de John Ford.
Magistral Western de Ford. John Wayne y William Holden hacen un trabajo maravilloso en otra de esas obras sublimes del maestro. Y a pesar de todo merece más reconocimiento.
NAZARÍN, de Luis Buñuel.
Transgresora película que reflexiona sobre la solidaridad y el amor en base a los valores cristianos. Una compleja obra que no deja indiferente.
NOBI (FUEGO EN LA LLANURA), de Kon Ichikawa.
Una durísima cinta japonesa sobre la derrota de aquel ejército en Filipinas. Una magnífica obra nada complaciente. Tan poco conocida como recomendable.
NUESTRO HOMBRE EN LA HABANA, de Carol Reed.
Reed adaptando a Greene en esta comedia de espionaje que el director salva con solvencia mezclando con habilidad los géneros.
OPERACIÓN PACÍFICO, de Blake Edwards.
Cary Grant y Tony Curtis en una comedia de Blake Edwards con submarinos en la 2ª Guerra Mundial. Explícita era la admiración que Curtis sentía hacia Grant, por lo que verlos juntos es un auténtico placer en este divertido título.
ORFEO NEGRO, de Marcel Camus.
Ganó el Oscar a mejor Película de Habla no Inglesa, la Palma de Oro y recibió el beneplácito de la crítica gracias a su fascinante estética y original visión.
PICKPOCKET, de Robert Bresson.
Obra maestra de Bresson, uno de sus grandes títulos. El maestro del fuera de campo nos deleita con esta mezcla de intriga, robos y romance que es, por derecho propio, una de las grandes obras europeas.
RÍO BRAVO, de Howard Hawks.
Obra maestra atemporal. Uno de los grandes Westerns de la historia y una de las mejores películas de todos los tiempos. Puro Hawks, sublimando su universo en este retrato de la camaradería que no tiene parangón. John Wayne, Dean Martin, Walter Brennan, Ricky Nelson y Angie Dickinson forman un equipo irrepetible… aunque casi lo hizo el propio Hawks con “El Dorado”.
SOMBRAS, de John Cassavetes.
Uno de los grandes nombres del cine independiente americano entrega este drama sobre el racismo que fue un soplo de aire fresco. Una gran obra.
STALINGRADO: BATALLA EN EL INFIERNO, de Frank Wisbar.
Otro bélico más, este viene de Alemania. Una buena película para ver la visión alemana del conflicto.
TREN DE NOCHE, de Jerzy Kawalerowicz.
Una estupenda cinta de intriga que viene de Polonia. Seguro que la mayoría no la conocéis, pero quizá os sorprenda y satisfaga.
UN LUGAR EN LA CUMBRE, de Jack Clayton.
El Free Cinema británico. Jack Clayon realizó muy pocos films, pero la mayoría excelentes, como demuestra este drama.
UNA DOBLE VIDA, de Claude Chabrol.
Chabrol vuelve a mezclar intriga y drama para realizar sus particulares reflexiones. Sin ser de sus grandes títulos, resulta estimulante.
VERANO VIOLENTO, de Valerio Zurlini.
Drama ambientado en la 2ª Guerra Mundial. Un contraste muy logrado entre la libertad y las ansias de vivir del verano con el horror y la muerte de la guerra.
VIAJE AL CENTRO DE LA TIERRA, de Henry Levin.
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