por Rockología (@RockologiaTwit)
Como dije algún día, espero que no se enfade ningún fan de la banda: nunca había prestado atención a Volbeat hasta este disco. Me parecía un grupo de moda lleno de etiquetas: rockabilly metal, etc. La razón por la que escuché este Outlaw gentlemen & shady ladies se llama King Diamond. El retorno al estudio de un dios del metal como este me arrastró: ¿qué hace el bueno de King en esto? La razón es casual: tanto Michael Poulsen como King Diamond residen en la misma zona. El genial Diamond no pudo resistir la tentación de grabar de nuevo Room 24, y, la verdad, quedó un muy buen tema.
Otra razón para acercarme a este álbum fue Rob Caggiano, guitarrista y productor de uno de los mejores álbumes de Anthrax (We’ve come for you all). Buscaba ese sonido rudo y heavy y lo encontré en Dead but rising, Black bart y The hangman’s body count.
Y una vez metido en la escucha, me engancharon las melodías descomunales que compone Michael Poulsen. No puedo dejar de disfrutar con temas tan comerciales y roqueros como Pearl Hart, The sinner is you, Cape of our hero o Lola Montez. Se deja de lado un poco esa contundencia anterior y se trabajan las armonías y los arreglos para primar el conjunto, el acabado.
Hay temas que no me llegan (The lonesome rider, Our loves one), pero el conjunto está perfectamente ejecutado, con buen sonido, armonías poderosas y una pátina de pegamento sonoro que se clava a la primera escucha.
La álbum lo han grabado Michael Poulsen, guitarra y voz, Rob Caggiano, guitarra, Jon Larssen, batería, y Anders Kjolholm, bajista.
Por cierto, a esto le pueden llamar rockabillymetal, pero lo mismo podría llamarlo melodic pop metal o hard armonic rock o de cualquier otra manera. Esto es buen hard rock de guitarras y melodías tremendas. Las etiquetas no son más que prisiones.
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