Tras la fugaz visita al Oporto nocturno del día anteior, y tras aviarnos en el hotel, de mañana emprendimos el recorrido a pata por la ciudad. En primer lugar dirigimos nuestros pasos hacia la Torre de los Clérigos, pero en el camino, dimos el reglamentario rodeo, para no perdernos la iglesia de Trindade, la Capela das Almas o la iglesia de San Ildefonso, todas de obligada visita, más aún las de este estilo "talaverano" con paredes revestidas con azulejos azules a modo de mosaicos con distintos motivos florales y religiosos. Una preciosidad. En la Capela das Almas sorprende también el lugar donde la gente deposita las velas (delgadas velas que pueden adquirirse en la misma capilla por un módico precio) en sufragio de las almas de sus difuntos. El paseo nos llevó por zonas bulliciosas no solo de turistas y pudimos comprobar cómo se despierta Oporto a la mañana. Visitamos la bolsa, el ayuntamiento... y otros lugares que nos iban saliendo al paso. De todo ello os pongo de nuevo otra muestra. Luego subimos a la Torre de los Clérigos, que dejaremos para otra entrada.
ÁCS (ZRS)
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