by King Piltrafilla (@KingPiltrafilla)
Hoy toca que os hable de Child 44, la última película del director sueco Daniel Espinosa –suya es también Safe house, que ya os comenté aquí– protagonizada por Tom Hardy y Noomi Rapace. La cinta se basa en la novela de Tom Rob Smith, que a su vez se inspiró en los crímenes de Andrei Chikatilo como base de una estupenda historia de determinación, amor y traición en la Unión Soviética de posguerra. Lo que nos cuenta el argumento es como Leo Demidov, héroe de guerra y agente ejemplar en el servicio secreto estalinista decide investigar una serie de asesinatos de niños cuando fallece el hijo de uno de sus compañeros.
Sin embargo, en la perfecta y utópica sociedad soviética que Stalin pretendía mostrar a occidente podían darse crímenes como la disidencia o la homosexualidad, pero nunca asesinatos –una de las lacras de las sociedades capitalistas– y mucho menos, infantiles. La terquedad de Leo en su búsqueda de la verdad y la bajeza moral de sus superiores pondrán en peligro la vida del héroe y la de su esposa.
Y es que, con una fotografía deliberadamente gris y de interiores opresivos y oscuros, lo que muestra Espinosa en paralelo a la trama principal es que la dictadura de Stalin era tan terrible como la de Hitler, aunque Churchill –que le detestaba– tuviese que actuar como el político pragmático que era y llegar a un acuerdo que no fue otro que regalarle media Europa a Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, el poderoso Stalin que –entre otras cosas– pasaría a la historia como instigador de las famosas purgas y creador de los gulags, centros para represaliados políticos tanto o más crueles que los campos de trabajo nazis.
En definitiva, una película de desarrollo triste, cargada de personajes con vidas amargas y desesperanzadas, aunque de visión muy recomendable. No deja de ser un pedacito de la historia reciente de la humanidad.
King Piltrafilla
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