ZEPPELIN ROCK: GUN - Taking On The World (1989): CRÍTICA Review

martes, 1 de marzo de 2022

GUN - Taking On The World (1989): CRÍTICA Review

 


por JLBM


A decir verdad, de Blind Alled a Gun pasando por Phobia solamente habían transcurrido dos añitos y un buen puñado de músicos en aquel Glasgow de mediados de los 80. Era 1985 cuando se producía la escisión definitiva, la que iba a dar lugar a la creación de una de las bandas más olvidadas de la historia del rock.

Los guitarristas Giuliano Gizzi y David Aitken, el bajista Cami Morlotti, el baterista Alan Thorton y el vocalista Mark Rankin se erigían en la primera formación de una banda, Gun, que comenzaba su andadura en 1987.



Un año más tarde, la banda firma un contrato con A&M Records y cambian, por última vez antes de entrar al estudio de grabación, su alineación. Aitken, Morlotti y Thorton son reemplazados por el guitarrista Baby Stafford, el bajista Dante Gizzi y el baterista Scott Shields.

En julio de 1989 A&M Records lanzaba Taking On The World, el álbum de debut de Gun, un primer y acertadísimo esfuerzo que debería ser incluido sin duda en el libro de oro de los debut en el rock.

El hasta ese momento desconocido Kenny McDonald produce de manera sobresaliente Taking On The World. Un sonido limpio en el que el conjunto suena al tiempo demoledor y melódico sin privar a las individualidades del protagonismo requerido en los momentos importantes.

Es difícil de comprender que con la fuerza y la energía de Taking On The World, refrendada sobre todo en los dos álbumes siguientes, Gun se viese reducida con el paso de los años a mítica banda de culto. Probablemente la trituradora de bandas que fue la musicalmente muy dura década de los 90 tuvo mucho que ver. 

Efectivamente, todo o casi todo está ya inventado en el mundo del rock, pero Taking On The World se antoja como algo novedoso dentro del género, algo que se había tocado poco con anterioridad y que se tocaría aún menos con posterioridad. Gun crea un sonido absolutamente propio, y si se presta atención a las posibles fuentes o influencias de la banda, resulta incluso complicado adivinarlas, aunque se les ha citado ha menudo como un híbrido entre U2 e INXS, algo bastante alejado de la realidad. Tal vez un Bryan Adams en lo musical, no en lo vocal, les quedaría bastante cercano. Aquí está la clave. Personalidad, originalidad, energía y actitud al servicio de cinco chavales para los que en aquellos momentos lo más importante era divertirse. No digamos si recibes una llamada de los Rolling Stones para telonearlos en su fase europea del Urban Jungle Tour de 1990.

Mark Rankin, el vocalista, es por supuesto una de las joyas del álbum. Una profunda voz impropia de quien era casi un crío en 1989, llena las 10 pistas del álbum. Las guitarras de Giuliano Gizzi, el amo de la banda, y Baby Stafford son otro de los elementos que consiguieron hacer de Taking On The World un auténtico clásico. Riffs profundos, solos concisos e inteligente weaving para dotar de vida propia a las composiciones del álbum. Dante Gizzi y Scott Shields mantienen el adecuado soporte rítmico, destacando fundamentalmente en los cambios de ritmo, muchos y muy interesantes a lo largo del disco. Sharleen Spiteri, vocalista de Texas y prima de Rankin, y Alan Thorton, el primer baterista de la banda, se encargan de unos coros y unas ayudas vocales muy destacadas, dejando en ocasiones el segundo plano para convertirse incluso en protagonistas del corte. 

Letras muy buenas, teniendo en cuenta la edad de quienes las escriben, y música muy solida refuerzan la identidad de un álbum, Taking On The World en el que un rock en cierto modo clásico y melódico no deja hueco para la mediocridad.



La brillantez melódica de "Better Days" y su potencia contenida le convierten en el tema perfecto para abrir Taking On The World. "Feeling Within" es uno de los momentos estelares del álbum e "Inside Out" es rock lleno de clase. "Money (Everybody Loves Her)" y sus retazos funky dejan paso a "Taking On The World" y su inicio acústico que explota suavemente en pasión contenida. La tralla de "Shame On You", explosiva y adictiva, desemboca en la profunda atmósfera de "Can't Get Any Lower". El potente ritmo de "Something To Believe In", la más floja "Girls In Love" y la emocionante "I Will Be Waiting" cierran un álbum asombroso.

Taking On The World es hoy prácticamente un álbum olvidado. Unos tipos que fueron capaces de marcarse este debut y los dos que le siguieron, merecen mayor reconocimiento y atención de la que reciben en la actualidad. Quien no lo escuchase en el 89, quien no les prestase atención por el motivo que fuese, o quien simplemente desconociese su existencia, tienen una oportunidad de oro para ponerse al aparato y deleitarse con un trabajo memorable facturado en unos años en los que el rock dejó muchos que lo fueron.

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