ZEPPELIN ROCK: PETER GREEN'S FLEETWOOD MAC - Live at the BBC (1995): CRÍTICA Review

jueves, 24 de febrero de 2022

PETER GREEN'S FLEETWOOD MAC - Live at the BBC (1995): CRÍTICA Review

 


The Hunter


Ya sabrán ustedes que muchas bandas han recurrido a los archivos de la BBC a la hora de editar un disco. Basta con citar los ejemplos de Led Zeppelin, David Bowie, Cream, Jimi Hendrix, The Who, Rory Gallagher o The Beatles. Todos son grandes nombres de la historia del rock que pasaron por la famosa radio británica para poner su sello en forma de concierto o sesiones de estudio. Documentos históricos que por suerte, años más tarde, podemos disfrutar a todo lujo ya sea con el audio y los sensacionales libretos que acompañan al artículo.


Pues bien, uno de los trabajos de esa serie del que pocas veces se habla es el de los Fleetwood Mac del gran Peter Green. Editado en el año 1995 y concentrado en un par de CD con la nada despreciable cifra de 36 canciones, se me antoja uno de los mejores productos que salieron de esa colección y, yendo un poquito más lejos, como de lo mejor facturado por la banda inglesa en la era Green.

Las grabaciones que tenemos en este par de cedés van desde el 67 hasta el 71 y concentran  lo más básico firmado por Fleetwood Mac, cuando eran una poderosa banda de blues/rock.



Ahí están clásicos como “Rattlesnake shake”, “Oh well”, “Long grey Mary”, “Stop missin’ round”, “World keeps turning”, o “Looking for somebody”, todas ellas firmadas por ese genio llamado Peter Green. Por supuesto, hay protagonismo para Danny Kirwan que pone su sello en “Although the Sun is shining”, “Early morning come” o “When I see my baby" y  para Jeremy Spencer que también hace lo propio con composiciones como “Jenny Lee”, “Linda”,  o “You never know what you're missing”.

Como no podía ser de otra forma, hay también espacio para viejas versiones de los mejores bluesmen de la historia, ya sea con Robert Johnsson, Elmore James, Little Walter o Little Willie John. Pero esta banda no solo bebía del blues, también rendían tributo a otros géneros musicales como el pop “Buddy’s song”, el rockabilly “Honey hush”, el soul “When will I be loved” o el folk “Hang on to a dream” de Tim Hardin pasado por un piano celestial que te derrite de emoción.

Como conclusión, un disco completísimo a cargo de una de las mejores bandas inglesas de finales de los 60.

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