ZEPPELIN ROCK: KISS - Creatures of the Night (1982): CRÍTICA Review

martes, 18 de abril de 2023

KISS - Creatures of the Night (1982): CRÍTICA Review

 

por JLBM


Al inicio de los años 80, la situación era complicada para Kiss, esa banda que lo había sido todo en los 70. El cambio de dirección propuesto con el Dinasty de 1979 y el Unmasked de 1980, dejo perplejos a la legión de seguidores cosechada en la década anterior, y culminaba con la salida de la banda del baterista Peter Criss, sustituido por el talentoso Eric Carr.



Poco ayudó el lanzamiento en 1981 de Music From The Elder, un artefacto interesante y osado, ideado por el productor Bob Ezrin como una especie de álbum conceptual que no conseguía captar la atención del publico. Después, en 1982, Killers, una compilación de éxitos con cuatro temas nuevos, trataba de recuperar en vano la credibilidad y la popularidad perdidas.

Es muy posible que Peter Criss y el guitarrista Ace Frehley pensasen en la música lo mismo que Paul Stanley y Gene Simmons en el negocio, pero lo verdaderamente importante es que justo antes de entrar al estudio para grabar un antes y un después en la carrera de Kiss, Frehley abandonaba la banda, cansado probablemente del ostracismo propuesto por Simmons y Stanley.

Cuando entraron a grabar a los estudios Robert Plant de Los Angeles los lideres de Kiss tenían el convencimiento del retorno de Frehley, así que contrataron guitarristas para momentáneamente asimilar su sonido. Bob Kulick, Robben Ford y Steve Farris pasaron por allí y dejaron su impronta, pero Frehley no regresaba y se trajo a Vinnie Vincent, quien se quedaría hasta el final, convirtiéndose en parte de la banda.



Paul Stanley y Gene Simmons trataron de esconder que Ace Frehley ya no estaba en la banda, incluyéndole en la maravillosa portada del disco y tratando de cercar su sonido, pero aquellos guitarristas, no acreditados en el álbum, aplicaron su personalidad y el resultado fue excelente, pariendo uno de los mejores trabajos de la discografía de Kiss.

Es el caso que en octubre de 1982 Casablanca Records publicaba Creatures Of The Night, ocho trallazos y un baladón, ejemplo claro de las cosas bien hechas, aunque para ello hubiese que encontrarse entre la espada y la pared. Un todo o nada en el que finalmente Stanley y Simmons demostraban capacidad para hacer rock en todo su significado.

Tras el poco exitoso Music From The Elder Stanley y Simmons intentaron un retorno a los básicos y aplicaron un sonido bastante mas duro y consistente que el de sus últimos trabajos, produciendo un álbum poderoso y enérgico, permitiendo, además, a la banda un renacimiento en términos de popularidad y credibilidad.

El retorno a la potencia, a la energía y al rock duro proporciono el tipo de sonido que siempre debería haber tenido Kiss, el tipo de álbum que siempre quiso hacer Ace Frehley y que nunca hizo, a pesar de aparecer en la portada, la ultima con la banda maquillada.



La producción de Michael James Jackson dotó a Creatures Of The Night del auténtico y ochentero sonido de propulsión con fuerte peso en batería y bajo y pirotecnia en las guitarras, como si de grabación de estadio se tratase. Una producción que tiene algo de oscuro y taimado y que aquí encaja a la perfección, en un álbum muy coherente que ha resistido el paso de los años mucho mejor que otros artefactos de la factoría Kiss.

Gene Simmons y Paul Stanley estaban hambrientos, con el deseo de colocar de nuevo a Kiss en la cima, y su trabajo en Creatures Of The Night, en todos los sentidos, es magnífico. Excelentes en voces y a bordo de sus instrumentos, brillan de manera especial en el plano compositivo, formando equipo por separado con diferentes colaboradores, entre los que asoman Bryan Adams y Jim Vallance o el propio Vinnie Vincent.

Aún tocando varios guitarristas en Creatures Of The Night la banda suena absolutamente compacta. Efectivamente Ace Frehley era parte muy importante de Kiss, pero su ausencia en el álbum no es significativa y los guitarristas empleados muestran un potencial que pronto convertiría al propio Vinnie Vincent en titular de la banda.

Por supuesto Eric Carr es uno de los protagonistas absolutos del álbum. Su batería suena brutal, brillante, llena de intensidad, potenciada además por la producción, superando sin problemas el trabajo de Criss, llenando el álbum de una adrenalina muy necesaria en aquellos momentos de dudas para Kiss.



"Creatures Of The Night" abre el álbum en modo explosión. La enérgica intro del doble bombo de Carr, los potentes riffs de Farris, su magnífico solo y el inmenso trabajo vocal de Paul Stanley siembran el tono para el resto del disco.

Después "Saint And Sinner", una especie de despedida a Ace Frehley con un interesantísimo tono y un buen solo, pegadiza y de acertado estribillo, tema que demuestra que no siempre el virtuosismo es necesario para crear un fabuloso tema de hard rock.

"Keep Me Comin'", la secuela dura de "Calling Dr. Love", presenta buenos riffs y genial estribillo. Un medio tiempo casi sleazy en el que brilla de nuevo Paul Stanley a la voz. A continuación el "Rock And Roll Hell", la historia de una rock star en el infierno de las rock stars, compuesta con Bryan Adams y Jim Vallance, cuando el dúo fatcturaba temas que te rompían literalmente las pelotas.

"Danger", una oda a los excesos, rápida y excitante y con interesantes arreglos de guitarra, cede el paso a un "I Love It Loud" en el que la voz de Simmons, la batería de Carr y un estribillo increíble la convierten en inolvidable, un poderoso himno tras el que "I Still Love You", poderosa balada de Paul Stanley, llena de poder y convicción, es uno de los tesoros escondidos de la discografía de Kiss, con Eric Carr en el bajo y con un fantástico solo de Robben Ford.

El interesante "Killer" y sus diatribas sobre una asesina, con una excelente intro dual de guitarras, precede a "War Machine", el temazo que cierra el álbum, co escrito de nuevo por Adams y Vallance, con excelente trabajo de guitarra rítmica, genial solo de Vinnie Vincent y vibrato distorsionado de guitarra inconmensurable. Un tema lo suficientemente duro como para ser versionado por Rob Zombie.

Dada la crisis en la que Kiss se había sumido a comienzos de la década de los 80, Creatures Of The Night nunca gozó de la repercusión que merecía, pero es uno de sus mejores trabajos, al tiempo que uno de los más subestimados. El posterior Lick It Up iba a demostrar que Creatures Of The Night no había sido un accidente casual y se convertiría en excelente continuación.

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