Gibson es coproductor y coguionista de este film pero no el director –las labores de realización recaen en Adrian Grünberg-, aunque no se os debe escapar que este tipo fue asistente principal de dirección en Apocalypto. Blanco y en botella. Y es que tras sus múltiples declaraciones antisemitas y homófobas, sus estallidos de violencia ampliamente documentados y sus problemas graves con el alcohol, Gibson fue algo así como veneno para la taquilla, algo del todo injusto ya que su valía personal no debería afectar a la manera en que podemos juzgar sus películas. En mi opinión Get the gringo es muy recomendable para pasar una entretenida tarde de verano en el sofá de casa con una copita de ron o un cubata bien frío y unos cacahuetes. Recomiendo verla en versión original subtitulada, disfrutando de diálogos con mexicanos hablando español, mexicanos hablando inglés con acento, el gringo hablando inglés y el gringo hablando español con acento inglés. Gran descubrimiento el tal Kevin Hernández y un final buenísimo. Una película de la que esperaba bien poco y que me dejó en su día un buen sabor de boca y una gran sonrisa en la cara.
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