by King Piltrafilla (@KingPiltrafilla)
Lo dicho, amiguitos, que la mayoría de las críticas que he leído –por suerte, después de haber disfrutado la cinta- han puesto a caer de un burro al guion, la realización, la fotografía, la música y los actores de El rito. Sin embargo, coincido con algunas pocas en las que el ánimo de los críticos no ha sido tan desmesuradamente destructivo. A ver, es cierto que no se trata del peliculón definitivo que dará carpetazo –que ya va siendo hora- a las cintas de exorcismos, pero el resultado me ha parecido más que aceptable. La historia es poco original, pero se aborda desde una vertiente que se aparta un poco de las premisas de este tipo de películas, la fotografía es oscura –como corresponde al tema- pero resulta efectiva, la interpretación de los actores tampoco es para tirar cohetes, si obviamos la de Sir Hannibal –perdón- Anthony Hopkins, que en mi modesta opinión de lego en la materia me ha parecido buenísima, sabiendo transmitir cierta complejidad. Los efectos visuales también son escasos, pero quizás sea ese el acierto, el no convertirse en fuegos de artificio digitales a los que hubiésemos criticado por intentar enmascarar una película acusada de mediocre. En fin, dejaos de profesionales y haced caso a los frikis como yo, espectadores de a pie que no se fijan en sesudos aspectos técnicos y sí en si la película distrae o no. Y a mí me ha distraído mucho. Para terminar os diré que la he visto de noche y con todas las luces apagadas –la mejor manera de asistir a las posesiones demoníacas- y que cuando acaba, la música que acompaña los títulos de crédito finales es de lo más acertado. Claro que solo es mi opinión.
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