Una de sus canciones más populares abre el álbum. La sentida A song for you, donde Russell toca con maestría el piano mientras interpreta la letra de entrega amorosa “and when my life is over, remember when we were together, we were alone and I was singin’ my song for you”. Una canción magnífica. Cambio de ritmo con Dixie lullaby y la presencia de George Harrison a la guitarra y Ringo Starr a la batería; ojo a la conjunción de instrumentos, cómo el piano, la guitarra y el bajo montan una cama rítmica excelente donde escuchar la línea melódica vocal que Leon clava. Aceleramos un poco más al rith&blues de I put a spell on you. La guitarra de Delaney Bramlett (Delaney & Bonnie) dirige un excelente ejercicio técnico con un estribillo pegadizo con coro femenino incluido. Shoot out on the plantation vuelve a contar con Harrison y Ringo en el corte más sureño de todos. La voz de Russell cambia de tono para una pelea por amor entre Junior y el batería donde “the drummer is drumming a Rolling Stones’ number on Junior’s head and on his knees”. Una delicia.
Si algo me gusta de este álbum es la variedad de registros que contiene siempre con una coherencia y una calidad asombrosa. Prueba la siguiente Hummingbird. Complejo entramado instrumental y armónico, deliciosa interpretación vocal, excelente toque de Hammond, el final épico multivocal, el toque de saxo. Todo encaja. Quizá mi favorita del álbum (“don’t fly away”). Y sin respiro entramos en Delta Lady, otro ritmo mueve-culos con Russell echando de menos a su chica de las afueras, cómo la añora en la ciudad (“you’re mine Delta Lady (…) gonna walk, gonna talk, gonna scream and shout”). Gran slide. Por cierto, Axel Rose debió escuchar muchas veces esta canción ¡parece que él mismo interprete ese festival final!
Eric Clapton se aparece en Prince of peace para cubrir con su guitarra las capas de acústicas y el piano feroz que dan cuerpo a este tema de aroma country, continuada con la sencilla y directa Give peace a chance con una gran colaboración de Bonnie Bramlett (Delaney & Bonnie). Seguimos con otro gran piano a cargo de Chris Staiton (Joe Cocker, The Who) en Hurtsome body, acompañado de nuevo por Harrison y una delicia de línea a cargo del bajista Alan Spenner (Roxy Music, Spooky Tooth), un sentido blues tabernario donde quejarse “you took my money and you took my old car, and you ran straight into my best friend’s arms and I just want to ask you darling: how can you hurt somebody, hurt somebody like me”. Antes de la traca final, un tema de carácter comercial que mezcla el coro gospel femenino con toques funky y mucha simpatía titulado Pices apple lady, y es que para huir de “the delta girl and the painful situation” recayó en otra mujer destrozadora. Y como premio final, los mismísimos Rolling Stones (Charlie Watts a la batería, Bill Wyman al bajo y Mike Jagger a las voces) junto a Steve Winwood a las teclas. El tema es de por sí excelente en su construcción con estos intérpretes queda poco por añadir para finalizar un álbum completo.
A lo largo de su dilatada carrera (murió a la edad de 74 años, al final del 16) Russell compuso cientos de canciones y colaboró en docenas de discos. Este es un buen comienzo, una manera de entender quién era este tipo.
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