Como ejemplo, en la inicial Sleep song escuchamos tres guitarras superpuestas, una acústica en primer plano, una rítmica en segundo y la guitarra solista por encima: ahí está la magia de estos tipos, saber enrollar de manera compleja sus ideas musicales creando temas directos con mucho feeling. Funky #7 trae calor y un tufo a garito con otro estupendo riff y una de las mejores baterías del disco; atención al wah-wah del solo. La versión de Johnson Walkin’ blues se llena de distorsión y suena diferente. Jorman no es para nada un buen cantante, pero en Invitation se suelta con una melodía muy buena y bien sostenida. El tema, de casi siete minutos, redunda en la alternancia de pasajes rítmicos cambiantes y solos, con una larga jam al final.
De engañoso título, Hit single #1 maneja otro patrón de batería soberbio y una guitarra distorsionada con Jorman esforzándose por estar a la altura vocal con cierto éxito. Sin duda, uno de mis favoritos, un poco loco, un poco sucio. Cambia el tempo y el estilo con Serpent of dreams, con un aire psicodélico y un sonido acolchado sobre un sueño ácido, lo más parecido a una balada que hay en el disco, incluida su paranoia central. Creo que la mejor interpretación de Casidy se escucha en I don’t wanna go, tanto por la progresión como por la entrega y el ataque del instrumento, compartiendo el protagonismo con Steeler en una canción con un groove bestial. También destaca un riff wah-wah que marca la canción de principio a fin y, sorpresa, un estribillo comercial (o casi). La final Great divide: revisited mantiene ese wah-wah y revuelve las ideas musicales que hemos ido gozando en las canciones anteriores, con un mix sonoro de guitarras que vienen y van, y un puente-estribillo realmente sorprendente.
El concepto de la portada no deja de ser curioso. Asemeja un paquete de detergente. En un lateral se advierte: este álbum debe escucharse al máximo volumen para un efecto completo. En otro lateral aparecen los músicos como componentes activos. Se le ocurrió y la desarrolló Frank Mulvey.
America’s Choice inauguró una trilogía mágica de hard rock blues en Hot Tuna, junto a Yellow fever (1975) y Hoppkorv (1976). La banda permaneció en activo hasta 1979. Volvieron a juntarse a mediados de los ochenta y se mantuvieron activos durante buena parte de los noventa. Hace unos años volvieron con disco de estudio, el recomendable Steady as she goes (2011) y próximamente estarán de gira.
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