Cabeza borradora.
por MrSambo (@Mrsambo92)
del blog CINEMELODIC
Nos vamos acercando a los 80 y los grandes genios que renovaron el cine van disparado su arsenal lleno de originalidad, madurez y brillantez. Los nuevos maestros, dignos sucesores de los clásicos, que demostrando su talento en géneros hasta ese momento denostados, se reivindican sobre la pesadez de propuestas pasadas. Un cine lúdico, pero con enjundia, a veces incomprendido por críticos de visión anquilosada y arcaica. Es el año de Star War y Encuentros en la Tercera Fase. La Ciencia Ficción y el terror perdiendo su estatus de géneros intrascendentes para ponerse a la cabeza de una nueva forma de ver el cine.
ALAMBRISTA!, de Robert M. Young.
Interesante cinta que cobra especial actualidad al tratarse de un relato de emigración e inmigración, la historia de un mexicano que decide emigrar a los Estados Unidos, sufriendo todo tipo de penalidades. Un buen film.
ALMA PERDIDA, de Dino Risi.
Entre el drama y la intriga, Risi nos entrega un título enigmático y atractivo, de buena atmósfera y seductor transitar. Aceptable para pasar un buen rato.
ANNIE HALL, de Woody Allen.
La primera obra maestra de Woody Allen. Su primer film serio y alejado de sus cintas episódicas de gags, con un guión bien elaborado en el que desarrollar a sus personajes sin perder un ápice de su ingenio. Una excelsa comedia.
ASIGNATURA PENDIENTE, de José Luis Garci.
Segundas oportunidades, oportunidades perdidas, los cambios del tiempo… en un entorno también de cambio, del franquismo a la transición. Buen título de Garci.
BUSCANDO AL SR. GOODBAR, de Richard Brooks.
Diane Keaton en otra brillante interpretación este año. Sin ser lo mejor de Brooks, es un drama interesante el de esta mujer que comienza a descubrir sus muchas facetas…
CABEZA BORRADORA, de David Lynch.
El debut de David Lynch, que ya definía el que sería un estilo único. Magnífico retrato del miedo, pavor, a la paternidad, tan fascinante como perturbador.
CARGA MALDITA, de William Friedkin.
Buen remake de “El Salario del Miedo” (H. G. Clouzot, 1953). Aceptable título de intriga, pero que queda lejísimos de su excepcional referente.
DOMINGO NEGRO, de John Frankenheimer.
Excesiva y poco verosímil, aunque entretenida y con el pulso del gran Frankenheimer. Cinta de acción para pasar el rato.
EL AMANTE DEL AMOR, de François Truffaut.
Notable comedia de Truffaut que indaga en las pulsiones masculinas hacia la mujer, donde es la mujer la que es vista desde los más variados puntos de vistas en una diversidad tipológica realmente amplia.
EL AMIGO AMERICANO, de Wim Wenders.
El Tom Ripley de Highsmith adaptado por Wenders. Un excelente thriller lleno de calidad en el que Wenders se confirmaba como uno de los grandes directores europeos del momento.
EL CASTAÑAZO, de George Roy Hill.
Magnífica película de Roy Hill, que volvía a aliarse con Paul Newman para facturar esta hilarante comedia deportiva sobre la competitividad y el carácter lúdico del deporte. Con personajes inolvidables. Francamente divertida.
EL DIABLO PROBABLEMENTE, de Robert Bresson.
Un Bresson muy pesimista que retrata una juventud casi sin esperanzas, nihilista… Un interesante film del excelente director francés.
EL EXPRESO DE COREA, de John Flynn.
Cinta de culto con guión de Paul Schrader que no es gran cosa, pero llamó la atención, entre otros, de Tarantino. Film de venganza que satisfará a los amantes de estas tramas.
EL HOMBRE DE MÁRMOL, de Andrzej Wajda.
Gran documento de Wajda, una valiente crítica al comunismo rememorando un pasado con el filtro del cine como vehículo. Gran obra del polaco.
EL HUEVO DE LA SERPIENTE, de Ingmar Bergman.
Un Bergman muy particular, como lo es su mirada al periodo entreguerras, que se aleja del tópico. Apreciable film.
EL LUGAR SIN LÍMITES, de Arturo Ripstein.
Sórdido y naturalista drama social el dirigido por Ripstein. Un panorama desolador que el cineasta muestra con fuerza y maneja con acierto.
EL PRÍNCIPE Y EL MENDIGO, de Richard Fleischer.
No es precisamente uno de los más destacados títulos de aventuras esta adaptación de la novela de Twain, pero sirve para entretenerse y disfrutar de un excelente reparto.
ELISA, VIDA MÍA, de Carlos Saura.
Saura en su etapa más intensa dramáticamente. De nuevo se adentra en las profundidades de las relaciones paterno filiales, mostrando su complejidad y beneficiándose de un gran trabajo de Fernando Rey y Geraldine Chaplin. Obra compleja.
ENCUENTROS EN LA TERCERA FASE, de Steven Spielberg.
Spielberg demostrando su inabarcable talento. Su primer acercamiento a la Ciencia Ficción y los extraterrestres en una narración deslumbrante que trae a la pantalla toda la fascinación de la mirada infantil recuperada para los adultos. Un clásico.
ENGENDRO MECÁNICO, de Donald Cammel.
Julie Christie pasándolo francamente mal por culpa de una casa realmente malvada. Interesante producto de terror, muy llamativo, aunque no sea una obra maestra precisamente…
EQUUS, de Sidney Lumet.
Un drama psicológico, bien narrado, con buenos trabajos interpretativos (Richard Burton y Peter Firth), basada en una obra teatral. Es buena película.
ERIC, OFICIAL DE LA REINA, de Paul Verhoeven.
Estupendo thriller este rodado por Verhoeven retratando la Holanda ocupada por los nazis. Destaca Rutger Hauer como protagonista.
ESE OSCURO OBJETO DEL DESEO, de Luis Buñuel.
Luis Buñuel bañándose plácidamente en todas sus obsesiones. Uno de sus títulos más conocidos, que a su vez sería el último del maestro.
FIEBRE DEL SÁBADO NOCHE, de John Badham.
Travolta convirtiéndose en estrella. Excelente film, no siempre valorado en su justa medida, que fue un auténtico fenómeno social y un exitazo mayúsculo. Las escenas de baile son espléndidas y Travolta está sensacional.
HITLER, UNA PELÍCULA SOBRE ALEMANIA, de Hans-Jürgen Syberberg.
Excelente documento donde se pone en tela de juicio a la sociedad alemana que permitió el auge del nazismo. El cine alemán ha encarado sus demonios brillantemente en muchas ocasiones, sea para mostrar las causas y consecuencias tanto del nazismo como del comunismo.
IFIGENIA, de Mihalis Kakogiannis.
Buena adaptación de la tragedia de Euripides, que incluso estuvo nominada al Oscar como película de habla no inglesa. Soberbio trabajo de Irene Papas.
JULIA, de Fred Zinnemann.
Gran cinta sobre la amistad en tiempos convulsos. Ambiente literario y nazismo retratados con el talento habitual de Zinnemann.
LA CHICA DEL ADIÓS, de Herbert Ross.
Simpática comedia que adapta la obra de Neil Simon. Richard Dreyfuss hace un gran trabajo en este título que fue muy bien recibido en su día.
LA CRUZ DE HIERRO, de Sam Peckinpah.
Incursión de Peckinpah en el cine bélico, tomando el punto de vista alemán para su narración. Un gran trabajo que, desde luego, no deja indiferente.
LA ENCAJERA, de Claude Goretta.
Sutil historia de amor sobre la lógica y la ilógica del sentimiento. Isabel Huppert brilla con luz propia.
LA ESPÍA QUE ME AMÓ, de Lewis Gilbert.
Entretenido título de la saga Bond con Roger Moore como protagonista. Además tenemos a ese icónico villano de dientes metálicos llamado “Tiburón”.
LA GUERRA DE LAS GALAXIAS: Episodio IV: UNA NUEVA ESPERANZA, de George Lucas.
Un fenómeno cultural como pocos ha dado el cine. Revolucionó la forma de ver y hacer el cine. Un universo expansivo y genial que materializó los sueños en celuloide. Ya estaban Lucas y Spielberg definiendo el nuevo cine de entretenimiento. Legendaria.
LA ÚLTIMA OLA, de Peter Weir.
De fascinante atmósfera, esta intriga que mezcla lo ancestral con lo fantástico, es una nueva muestra del talento de Peter Weir. Una película curiosa e interesante.
LAS DOS VIDAS DE AUDREY ROSE, de Robert Wise.
Con Anthony Hopkins de protagonista, Wise se adentra en el tema de las posesiones y los exorcismos con esta inquietante cinta que tiene más de misterio e intriga que de terror puro y duro.
LOS DUELISTAS, de Ridley Scott.
Una de las películas pictoricistas por antonomasia. De deslumbrante estética, fue el sensacional debut de Ridley Scott. Cada plano es una obra de arte pictórico mientras se adapta a Conrad.
LOS JUGADORES DE AJEDREZ, de Satyajit Ray.
Magnífica obra de Ray, metafórica a la par que entrañable y realista. Los primeros levantamientos contra el Reino Unido en la India (1856) retratados con la sensibilidad e inteligencia del brillante director.
LOS PLACERES OCULTOS, de Eloy de la Iglesia.
El mundo underground retratado por uno de los iconos del Cine Quinqui. La homosexualidad, la delincuencia, las infidelidades, la prostitución, los navajeros… de todo un poco en este clásico del género.
LOS RESCATADORES, de Wolfgang Reitherman, John Lounsbery y Art Stevens.
Un pequeño y recomendable clásico Disney, menos conocido pero muy entrañable. Encantadora cinta.
MACARTHUR, EL GENERAL REBELDE, de Joseph Sargent.
No es una gran cinta bélica esta película sobre el general Douglas MacArthur que protagoniza Gregory Peck, pero tiene sus alicientes.
NEW YORK, NEW YORK, de Martin Scorsese.
Romanticismo, fascinación, desencanto… Homenaje al musical de Scorsese con una brillante propuestas muy bien interpretada por Robert De Niro y Liza Minnelli.
OPENING NIGHT (NOCHE DE ESTRENO), de John Cassavetes.
Una de las grandes películas de Cassavetes. Potentísimo drama psicológico con una descomunal Gena Rowlands. Un clásico del cine independiente absolutamente recomendable para los cinéfilos más exigentes.
PADRE PATRÓN (PADRE PADRONE), de Paolo y Vittorio Taviani.
Otro gran retrato, este menos conocido, sobre la sufrida infancia en el ambiente rural. Una paternidad tiránica imposibilitada para evolucionar y sus consecuencias en los más pequeños. Un buen título.
PASO DECISIVO, de Herbert Ross.
Once nominaciones y ningún Oscar. Triste récord junto al de “El Color Púrpura (1985) de Spielberg. Destacado drama ambientado en el mundo del ballet con grandes interpretaciones. Hay muchas virtudes.
PEDRO Y EL DRAGÓN ELLIOT, de Don Chaffey.
Otro encantador y poco conocido título Disney, o al menos más olvidado que otros. Merece la pena reivindicar estas películas con menos eco.
PERROS CALLEJEROS, de José Antonio de la Loma.
Otro clásico del Cine Quinqui. Excesivo, descarnado, efectista… pero que llamó la atención en su día.
PROVIDENCE, de Alain Resnais.
Interesante y obsesiva propuesta de Resnais que le permite hacer reflexiones sobre variados temas desarrollando la historia de un escritor frustrado.
RIDDLES OF THE SPHINX, de Laura Mulvey y Peter Wollen.
La mujer y la maternidad en la sociedad de la época. Un agudo film que merece recuperarse en este auge feminista actual.
RUTA SUICIDA, de Clint Eastwood.
Tiene muchos defectos, indudablemente, pero también lo es que entretiene este thriller rodado con pulso por Eastwood.
STROSZEK, de Werner Herzog.
Los solitarios y los desamparados al azar de una vida que los obvia o utiliza, la lucha por mantener la identidad y la dignidad… Buena película de Herzog, un drama con enjundia.
SUSPIRIA, de Dario Argento.
Clásico del giallo, uno de los films más prestigiosos del género. Perturbadora, inquietante… si te gusta el género no te decepcionará.
TRES MUJERES, de Robert Altman.
Personal y particular film de Altman, surrealista, intensa, extraña… Un trabajo más que interesante de un director que, aunque irregular, era sumamente brillante.
UN BURGUÉS PEQUEÑO, MUY PEQUEÑO, de Mario Monicelli.
Un comedia muy negra, un drama desolador, a mayor gloria de Alberto Sordi. Magnífico trabajo de Monicelli que desarrolla personaje e historia con decisión y seguridad.
UN PUENTE LEJANO, de Richard Attenborough.
Un reparto espectacular, con una cantidad de estrellas casi incontable, dentro de una dirección más que competente. Un buen título bélico que lo tiene todo, aunque tuvo un estrepitoso fracaso en taquilla.
UNA JORNADA PARTICULAR, de Ettore Scola.
Extraordinaria película de Scola, una oda a la amistad en tiempos imposibles, al amor contracorriente, a los sentimientos como evasión. Conmovedora, poderosa, brillante.
UNA PIEZA INACABADA PARA PIANO MECÁNICO, de Nikita Mikhalkov.
Sobre una historia de Chejov, tenemos esta estupenda cinta rusa sobre el incentivo del pasado, el drama de las responsabilidades, la frustración de la propia naturaleza…
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