por Rockología (@RockologiaTwit)
Como dije en su día, no dejó de ser una injusticia que este Vida del grupo Saurom no llegase a ser número uno y que hubiese reventado las radios y los MP3 del Estado. Tiene todo lo que hace grande a un disco: buenas composiciones, una producción mayúscula, intérpretes inspirados, buenos arreglos, un apoyo multimedia, un artwork especial… Pero supongo que en estos tiempos de fastfood musical en que vivimos más del recuerdo que del presenteSauromBanda resulta difícil triunfar.
Vaya por delante que fue, a mi gusto, el mejor trabajo del grupo desde Juglarmetal (sin desmerecer en absoluto a Maryam). Combina perfectamente los temas más guitarreros (Magia, Ángeles) con los más íntimos (El hada y la luna, El cristal, El Príncipe) o los cargados de folk (La leyenda de Gambrinus), sin olvidar la vena de buen pop épico que atufa detrás de algunos (La poetisa, Vida).
El comienzo del álbum es matador con Cambia el mundo, La noche de Halloween, Magia y La leyenda de Gambrinus. Te hace un resumen rápido del resto del álbum.
La voz de Miguel Franco está a un gran nivel y siempre queda en primer plano, buscando agudos solamente cuando hace falta, dibujando estupendas melodías y cargando de sentimiento cada canción. Si El príncipe no te pone los pelos de punta, háztelo mirar. Por cierto, piano (genial Santi Carrasco) y arreglos de primer nivel.
El trabajo de guitarras también debe ser reconocido. Muy cuidado, siempre en el sitio justo. Si hay un tema más cañero, allá que van al primer plano; si adornan con las guitarras acústicas, se entremezclan con los demás instrumentos en paz. Raúl Rueda y Narci Lara, sobresalientes. Un ejemplo podría ser Íntimos recuerdos, donde la base rítmica (José Gallardo, bajo, y Antonio Ruiz, batera) muestra su buen hacer.
Claro, que Saurom tienen, sobre todo, una vena folk; no en vano el uso de flautas, violines y gaitas forman parte de su sello. Disfruta entonces La noche de Halloween o La leyenda de Gambrinus.
No hay relleno: catorce temas buenos, de los que disfrutarás más según tu gusto personal, pero donde encontrarás una razón para comprar el álbum o ir a alguno de sus conciertos (algún día). El único mal rollo es que El cristal, la última canción, suena a despedida.
Larga vida.
Vaya por delante que fue, a mi gusto, el mejor trabajo del grupo desde Juglarmetal (sin desmerecer en absoluto a Maryam). Combina perfectamente los temas más guitarreros (Magia, Ángeles) con los más íntimos (El hada y la luna, El cristal, El Príncipe) o los cargados de folk (La leyenda de Gambrinus), sin olvidar la vena de buen pop épico que atufa detrás de algunos (La poetisa, Vida).
El comienzo del álbum es matador con Cambia el mundo, La noche de Halloween, Magia y La leyenda de Gambrinus. Te hace un resumen rápido del resto del álbum.
La voz de Miguel Franco está a un gran nivel y siempre queda en primer plano, buscando agudos solamente cuando hace falta, dibujando estupendas melodías y cargando de sentimiento cada canción. Si El príncipe no te pone los pelos de punta, háztelo mirar. Por cierto, piano (genial Santi Carrasco) y arreglos de primer nivel.
El trabajo de guitarras también debe ser reconocido. Muy cuidado, siempre en el sitio justo. Si hay un tema más cañero, allá que van al primer plano; si adornan con las guitarras acústicas, se entremezclan con los demás instrumentos en paz. Raúl Rueda y Narci Lara, sobresalientes. Un ejemplo podría ser Íntimos recuerdos, donde la base rítmica (José Gallardo, bajo, y Antonio Ruiz, batera) muestra su buen hacer.
Claro, que Saurom tienen, sobre todo, una vena folk; no en vano el uso de flautas, violines y gaitas forman parte de su sello. Disfruta entonces La noche de Halloween o La leyenda de Gambrinus.
No hay relleno: catorce temas buenos, de los que disfrutarás más según tu gusto personal, pero donde encontrarás una razón para comprar el álbum o ir a alguno de sus conciertos (algún día). El único mal rollo es que El cristal, la última canción, suena a despedida.
Larga vida.
No se puede decir más ni mejor Manu. Vida es un discazo de principio a fin y viceversa (la última solo es la despedida del disco, no pienses otra cosa). Nosotros los vimos en directo en La Riviera hace un par de años y fue un conciertazo. Desplegaron todo su repertorio y sin escatimar personal y todos los que estuvimos allí lo disfrutamos, hasta se podía intuir la emoción de la banda que creo no se esperaban la acogida, el lleno de la sala y que la peña estaba desde el minuto uno con ellos tarareando todas las canciones. Fue una gran velada. Larga vida a Sauron. Saludos juglar.
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