Continuación (ver entrada anterior)
Ulises, de Mario Camerini (1954), una de las
primeras películas de la productora creada por Dino de Laurentiis y Carlo Ponti
pocos años antes, partía de la obra de la literatura clásica La Odisea,
atribuida a Homero. Se realizó con unas pretensiones mucho más humildes que
Conan pero los resultados fueron francamente buenos, y a pesar de los casi 60
años transcurridos desde su realización, la película en conjunto se mantiene
viva. Con una carga de violencia infinitamente menor que Conan, a pesar
de las secuencias finales con motivo del regreso de Ulises a Ítaca después de
20 años fuera (fue un largo viaje, en el que se incluye su participación activa
y crucial en la guerra de Troya), la película está impregnada de una sensación
de aventura y descubrimiento constantes y la energía y vitalidad que pone al
papel Kirk Douglas no se olvida nunca. Por su parte, Silvana Mangano, con su
doble papel de Circe y Penélope también dejó su impronta y permanece. Ella ya
era una estrella del cine italiano y creció su fama y éxito internacional. Y el papel menor que
asume Antony Quinn, luego una de las grandes estrellas de Hollywood, quedó más
que presentable.
Mario Camerini, inició su carrera en el cine mudo y en su
biografía aparecen como destacables después de la que venimos comentando, La
bella campesina (1955) y El crimen de Montecarlo (1961), y como
reseñable, digna de conocer destaca Qué sinvergüenzas son los
hombres (1932) con un joven Vittorio de Sica como protagonista, que después
se convertiría en un director de referencia con obras cumbres como Ladrón de
bicicletas , de obligada visión para cualquier aficionado al cine.
Escena de Ladrón de bicicleta
Dino de Laurentiis es uno de esos
hombres de los que bien se podría hacer una película interesante, aunque solo
fuera por citar a los directores y estrellas del celuloide que pasaron por sus
producciones. Nació en Nápoles, Italia en 1919 y murió en Los Ángeles, Estados
Unidos en 2010.
Como italiano napolitano creció vendiendo
spaghetti que producía su padre, y a la edad de 17 años dejó su hogar para ir a
Roma a estudiar cine, en el Centro Experimental De Cinematografía. La Segunda Guerra Mundial le obligó a interrumpir los estudios y terminada esta, en 1946,
fundó su propia empresa: Dino de Laurentiis Cinematográfica, de la que salieron
títulos tan notables como Arroz amargo, (1949) de Giuseppe de Santis,
donde una joven y bella Silvana Mangano se dio a conocer internacionalmente, La
Strada (1954) y Las noches de Cabiria (1954) ambas de Federico
Fellini y, en 1953, Ulises.
En 1948, en asociación con Carlo
Ponti, fundaron la productora Ponti de Laurentiis que produjo títulos de éxito
internacional como Guerra y Paz, de King Vidor (1956) y Europa 51 de
Roberto Rossellini. También esta productora fue la que realizó la primera
película italiana en color, Totó a coliri (1952) dirigida por Steno.
Cartel de Totó a coliri
En los años sesenta la productora
construyó sus propios estudios que financiaron numerosas películas pero en los
setenta quebraron y tuvieron que cerrar, pero eso no significó la desaparición
del nombre ni de la actividad. Se trasladó la familia a Los Ángeles, y fundaron
allí el sello De Laurentiis, ahora con
el añadido Entertaining Group (DEG).En esas dos décadas citadas, años 60
y primeros 70, destacan títulos como Barrabás (1961) de Richard Fleischer, El tormento y
el éxtasis (1965) de Carol
Reed, La biblia (1966) de John Zeffirelli, Waterloo (1970)
de, El asesinato de Trotsky (1972) de Joseph Losey
Cartel de Waterloo
Dede su establecimiento en EEUU, las películas más destacables producidas por De Laurentiis fueron: Serpico (1973) de, Los tres días del cóndor de (1975) de Sydney Pollack, El
huevo de la serpiente (1977) de Ingmar Bergman y Ragtime (1981) de
Milos Forman. Fue el año 1982 el del
estreno de Conan el bárbaro, sin duda el éxito más sonado y también la
superproducción de mayor inversión de la productora en su etapa americana.
Película que catapultó al estrellato a Arnold Schwarzenegger.
A partir del
éxito de esta película, De Laurentiis pasó a formar parte de esas grandes
compañías productoras de películas de consumo y diversión sobre todo para los
jóvenes. Ya por entonces, las hijas de Dino, controlaban el desarrollo de los
diferentes rodajes en marcha. Destacan en esa época King Kong (1976) de John
Guillermin, Orca, la ballena asesina
(1977) de Michael Anderson , Huracán (1979) de Jan Troell, Flash Gordon
(1980) de Mike Hodges, con actores estrella como Timothy Dalton, Max von
Sydow, Ornella Muti, y música de Queen.En 1986 también produjo la criticada Maximum
Overdrive (La rebelión de las máquinas) con guión y dirección de Stephen King, en la cual, por el paso de un cometa, el mundo
quedaba du rante ocho días sometido al dominio de las máquinas, película con
crítica muy irregular pero con unánime aplauso para la banda sonora de AC/DC.
Sin duda, la larga vida de Dino de Laurentiis
dedicada al cine, tiene mucho que ver conel hecho de haber estado siempre
rodeado de gente querida que vivían con él la pasión por este arte-negocio,
estuvo casado con Silvana Mangano casi cuarenta años y ella no dejó de trabajar
en el cine. Tuvieron cuatro hijas que también entraron en el negocio de la
producción y su hermano, fue otro de la familia dedicado al cine.
©Fabián Castillo Molina
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