En esta ocasión, se trata tan solo de una brevísima aclaración sobre el uso de la mayúscula para el caso de apodos y alias, seudónimos y sobrenombres. Es falta en la que se suele incurrir. Aunque se atienen a reglas semejantes, distingámoslos.
Apodos (motes) y alias
Acompañan a los nombres propios de las personas y a veces se usan en sustitución de estos. Se escriben con mayúscula, pero no necesariamente en cursiva. Si van acompañados de artículos, estos en minúscula (ejemplo: la Faraona, el Fari). A veces, en el español de América suele incluirse el alias entre nombre y apellido (Juan Huracán González): en este caso se marcarán también en cursiva o entre comillas a modo de diferenciación (Ernesto "Che" Guevara, Rubin Huracán Carter).
Sobrenombres
Son apelativos o calificativos que siempre acompañan al nombre propio. Siguen las mismas reglas que los apodos en cuanto al uso de la mayúscula, y tampoco se hace necesario escribirlos en cursiva. Así: Alfonso X el Sabio, Jack el Destripador, Felipe el Hermoso.
Seudónimos
Suelen ser nombres artísticos que el propio autor utiliza en sustitución del propio. Idénticamente a los casos anteriores, con mayúscula inicial; si van precedidos de artículo, este con minúscula. Ejemplos: Fígaro, Rubén Darío, el Brujo.
NOTA:
Pues el artículo siempre ha de ir en minúscula, cuando va precedido de preposiciones a o de han de formar contracción. Será correcto escribir un cuadro del Greco (NO *de El Greco), una faena del Cordobés (NO *de El Cordobés).
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Ángel Carrasco Sotos
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