La vida
TREPA por el tronco del árbol. Se desplaza entre las ramas y coge un fruto. Lo mantiene en la boca mientras baja, agarrándose con las uñas a la corteza áspera. Corre deprisa, con incierta ansiedad, sobre la aljuma seca para regresar a su cueva, escondida entre matorrales de coscoja. Allí dentro roe la cáscara hasta mondarla. Luego se abre una cerveza y ve la tele.
Fin
LA pregunta que me he hecho casi a diario desde hace unos años es la de cuándo me llegará la muer
©Ángel Carrasco Sotos
Hola Ángel.
ResponderEliminarTípico (la vida) de cualquier varón de cualquier especie.
Fin, ¡qué bueno! buenísimo. Nunca se saben estas cosas, por tanto, a vivir la vida loca y que cuando haya de venir la que tenga que hacerlo a buscarnos que no nos quede nada por hacer.
Eres genial, la verdad.
Un besazo.