Yendo a lo musical, el asunto no podría comenzar mejor, 'Maiden and the monster' es una canción fabulosa que va creciendo en intensidad mientras avanza, intercalando solos por montón entre secuencias orquestales que aportan un notable toque solemne, algo similar a lo ocurrirá al cierre con los ocho colosales minutos de 'The incantation'. Mucho más directa resultará ser 'The jinn', que en su primera parte cuenta con la presencia de cellos mientras que en la segunda recurrirá a unos golpeteos que suenan bastante a Metallica, y la lista se completará con la curiosa 'High plains drifter', con unos claros aires western que acabarán estrellándose con la guitarra de Kirk en el sensacional minuto final de canción.
En el global, Portals nos deja con gusto a poco pero también con la grata sensación de haber podido disfrutar de un Kirk Hammett desatado en términos creativos. Llama poderosamente la atención el que sea el guitarrista quien ha sabido aprovechar a Edwin Outwater, plasmando el sonido sinfónico del S&M en algunas de estas canciones, algo que Metallica jamás fue capaz de hacer. Al respecto no puedo dejar de pensar que el duopolio creativo/económico Hetfield-Ulrich no ha hecho sino limitar el crecimiento de la banda durante tantos años, y es que sin tan solo se hubiesen abierto a trabajar estas canciones, quizás que maravilla habría visto la luz. Da igual de todas formas, Kirk ha hecho el trabajo y ya lo tenemos para deleite nuestro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario